Un suicida detona una bomba frente al aeropuerto de Kabul y mata al menos a tres civiles

Al menos tres personas han muerto y diez han resultado heridas en un ataque suicida con un coche bomba registrado esta mañana frente a la base militar de la OTAN instalada en el aeropuerto internacional de Kabul, según fuentes oficiales afganas y de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF).

El jefe de la policía de Kabul, Sayed Abdul Ghafar Sayedzada, ha confirmado que la explosión "ha matado a tres civiles afganos que pasaban por allí y ha herido a otros seis". Uno de los heridos se encuentra hospitalizado y en "estado crítico".

Un portavoz de la insurgencia se ha atribuido el ataque, en el que también han resultado heridos tres soldados americanos y uno belga, según ha indicado el coronel Bart Koziel, portavoz de la fuerza de la OTAN en Afganistán.

"Ha habido un atentado suicida frente a la puerta principal de la ISAF en el aeropuerto de Kabul", ha confirmado un portavoz de las tropas internacionales poco después de la explosión. El coche llevaba 500 kilos de explosivos.

"Vi a tres vehículos 4x4 que se dirigían hacia la base de la ISAF y cuando llegaron a los bloques de hormigón que impiden el acceso a la entrada principal, hubo una fuerte explosión", ha declarado Jan Agha, un comerciante que regenta una tienda cercana.

La explosión se oyó en gran parte de la capital 

El terrorista suicida se aproximó al aeródromo en el vehículo que hizo estallar a las puertas de la sección militar del aeropuerto, remodelado en los últimos años con ayuda japonesa.

El portavoz del Ministerio afgano de Interior, Zemarai Bashary, afirma que dos personas murieron y otras seis resultaron heridas en el ataque, una explosión que pudo escucharse en gran parte de la capital y que obligó a las autoridades a acordonar la zona.

El aeropuerto de Kabul, situado en las estribaciones orientales de la ciudad, incluye tanto instalaciones civiles como militares, y es usado como base por la ISAF en sus operaciones contra los talibanes, que ya lanzaron proyectiles en agosto contra el centro.

Este atentado se registra tan sólo cuatro días después de que las fuerzas aliadas bombardearan a un grupo de talibanes que habían robado dos camiones cisterna y estaban repartiendo combustible entre la población.  Al menos 90 personas murieron en el ataque.  Las ONG locales aseguran que la mayoría de las víctimas eran civiles.

La elevada seguridad no impide los ataques

Por otra parte, los insurgentes atacaron durante la noche del lunes al martes el Camp Phoenix, la base de EE.UU. situada a las afueras de Kabul, según ha informado la policía afgana. "Los dos atacantes armados resultaron muertos y no hubo otras víctimas", ha informado el jefe de investigaciones criminales.

Kabul es una ciudad tomada por las fuerzas de seguridad, pero los insurgentes lograron en agosto atentar contra el cuartel general de la ISAF y contra un convoy militar en la carretera de Jalalabad, a las afueras de la capital.

Durante varios meses, los ataques de los talibanes se han intensificado en todo el país, a pesar de la presencia de unos 100.000 soldados de las fuerzas internacionales, cuyas pérdidas alcanzan niveles récord.