Libia asume la presidencia de la ONU
- El diplomático "moderado" Ali Abdessalam Treki va a estar al frente de la Asamblea General
- Simboliza la reintegración plena del país a la comunidad internacional tras años de aislamiento
- No obstante, Gadafi ha reavivado la mecha con el homenaje al terrorista de Lockerbie
- El nuevo presidente del órgano más plural de Naciones Unidas hace suya la causa palestina
El diplomático libio Ali Abdessalam Treki ha asumido la presidencia de la Asamblea General de la ONU, en un nuevo paso en el proceso del país magrebí para normalizar su situación en la esfera internacional tras largos años de aislamiento por terrorismo de Estado.
El acontecimiento llega en un momento en el que el régimen de Muamar el Gadafi ha reavivado la mecha por la acogida triunfal al único condenado por el atentado de Lockerbie, en Escocia, liberado por las autoridades de este país por razones humanitarias. Ese atentado contra un avión estadounidense en 1988 causó 269 muertos y le acarreó a Libia duras sanciones de Naciones Unidas.
Con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, a su derecha, el ex ministro de Exteriores libio ha inaugurado este martes el 64º período de sesiones del órgano legislativo de Naciones Unidas con un discurso en el que ha pedido una mayor atención a la situación en Oriente Medio y al desarrollo de las economías más pobres del planeta.
Sus primeras palabras fueron para agradecer su elección el pasado 10 de junio como máximo responsable de la Asamblea: "Es un gran honor para mi país y su liderazgo", ha dicho Ali Abdessalam Treki, que sustituye en el puesto al nicaragüense Miguel D' Escoto, que se destacó por su activismo de izquierdas.
"El mundo se ha empequeñecido gracias al progreso tecnológico en las comunicaciones y la información, por lo que todos nos damos cuenta de que los que nos afecta a unos, afecta a los otros, y que por tanto el diálogo es una única solución", ha afirmado el nuevo presidente de la Asamblea que agrupa a todos los Estado de Naciones Unidas.
Reconciliación con EE.UU.
La elección de Treki se produce el mismo tiempo que Gadafi ejerce la presidencia de la Unión Africana (UA) y cuando Trípoli ocupa uno de los puestos no permanentes en el Consejo de Seguridad de la ONU. Además, el ex ministro asume su nuevo cargo ocho días antes de que el líder libio intervenga por primera vez ante esa misma Asamblea General, durante la histórica y polémica visita que realizará a Estados Unidos, un viaje que era impensable hace pocos años.
Gadafi tomará la palabra en tercer lugar, después de Barack Obama, y tiene previsto asistir a una reunión de alto nivel del Consejo de Seguridad de la ONU sobre desarme nuclear que presidirá el mandatario estadounidense.
Fuentes diplomáticas europeas han señalado que la presidencia de Treki en la Asamblea General forma parte del proceso de "normalización" de las relaciones emprendido por Libia desde que renunció en el 2003 a su programa de armas de destrucción masiva.
Esas mismas fuentes han calificado al ex embajador libio en la ONU como una figura "moderada" dentro del Gobierno de su país, que acaba de celebrar el 40º aniversario de su Revolución.
En su discurso inaugural, Treki ha asegurado que seguirá la labor de sus predecesores de "reformar y democratizar" el funcionamiento de Naciones Unidas, y particularmente el del Consejo de Seguridad. Ha señalado que regiones como África y Latinoamérica no están debidamente representadas en el órgano con más poder de la ONU, donde cinco países ocupan un asiento permanente (EEUU, China, Rusia, Francia y Reino Unido) y tienen derecho de veto.
El nuevo presidente de la Asamblea General también ha instado a sus miembros a asumir un "nuevo y serio papel" en la resolución del conflicto de Oriente Medio para que se "respeten" las resoluciones de la organización. Ha advertido de que el cumplimiento de las aspiraciones palestinas de independencia y regreso a sus tierras son "dos condiciones fundamentales".