La primera 'fotografía' del universo primitivo
- El satélite europeo Planck tiene como objetivo estudiar la radiación fósil del Big Bang
- Las imágenes medirán las variaciones casi imperceptibles de temperatura remanentes en el espacio
- Sería comparable a detectar desde la Tierra el calor generado por un conejo sentado en la Luna
La misión de la ESA, Agencia Espacial Europea, que estudia los orígenes del universo ha comenzado a revelar los primeros datos. La misión, conocida como Planck, tiene como objetivo estudiar la radiación fósil primigenia del Big Bang.
El satélite europeo escanea el espacio en busca de casi imperceptibles variaciones de temperatura remanentes del Big Bang, que ayuden a desentrañar el origen del universo.
El Planck ha enviado a las Tierras las primeras imágenes recogidas en su misión. La búsqueda de la 'primera luz' que comenzó el pasado 13 de Agosto, consistió en una observación continua del cielo durante dos semanas.
Este primer rastreo concluyó el pasado 27 de Agosto, y como resultado se han obtenido mapas de una franja del cielo, de unos quince grados de ancho, de cada una de las nueve frecuencias que puede observar Planck. Los análisis preliminares indican que la calidad de los datos es excelente.
El objetivo de estas imágenes es poder medir las casi imperceptibles variaciones de temperatura en el universo tras el Big Bang y que dieron lugar a las galaxias.
Detectar el calor corporal de un conejo en la luna
El satélite europeo es el objeto conocido más frío del espacio tras alcanzar su temperatura óptima de funcionamiento: -273°C. Estas temperaturas tan bajas son necesarias para que los detectores de Planck puedan estudiar el Fondo Cósmico en Microondas (CMB, en su acrónimo inglés), la primera luz emitida por el universo tan solo 380.000 años después del Big Bang.
Los detectores buscarán variaciones en la temperatura de esa radiación primigenia del orden de la millonésima parte de un grado, lo que es comparable a detectar desde la Tierra el calor generado por un conejo sentado en la Luna, según explica la ESA.
Estas operaciones continuarán durante otros 15 meses. En aproximadamente seis meses se podrá ensamblar el primer mapa de todo el cielo. Planck promete devolver un tesoro oculto que mantendrá ocupados a los cosmólogos y a los astrofísicos durante las próximas décadas.