Los liberales se postulan como los nuevos socios de Merkel

La oposición alemana a la Gran Coalición ha estado mal avenida y tiene pocos denominadores comunes. 

De un lado, el FDP, el partido liberal, el partido de los que tienen buenos sueldos, como les ha definido la izquierda alemana. Gobernaron con Helmut Kohl hasta el año 98 y añoran el poder. 

Su líder, Guido Westerwelle, un jurista homosexual, aspira a convertirse en el futuro ministro de exteriores e insiste en que sólo se puede plantear gobernar con la CDU de Ángela Merkel.

Ella le devuelve el guante diciendo que para salir de la crisis económica actual,para volver al crecimiento y para crear puestos de trabajo,lo mejor sería gobernar con los liberales.

Las últimas encuestas dejan a una coalición democracia cristiana-liberales a un paso de la mayoría absoluta pero, del otro lado de la barrera, hay otras posibles coaliciones con los otros dos partidos de la oposición.

Los Verdes y La Izquierda

Por un lado, Los Verdes han perdido algo de esplendor tras la marcha de su líder, Joschka Fischer, convertido en consultor internacional y en conferenciante de lujo. 

Por otro, el partido de la Izquierda, que desde su creación -hace apenas tres añoa- no para de ganar adeptos no sólo entre los ciudadanos de la antigua Alemania Oriental sino entre socialdemócratas decepcionados y entre aquellos que se ven como los perdedores de la crisis.

Los socialdemócratas dicen que no gobernarían jamás a nivel estatal con La Izquierda, lideradoa por Oskar Lafontaine, ex presidente del Partido Socialdemócrata de Willy Brandt.

Sin embargo, ya gobiernan con ellos en varios länder, incluído Berlín. Los Verdes dicen que jamás entrarían en un gobierno con la CDU y los liberales, y los liberales abjuran de cualquier tipo de colaboración con los socialdemócratas, pero eso son sólo palabras.

Alemania vota este domingo, pero el día después se inicia el cortejo entre los partidos para formar coaliciones de gobierno.