China anuncia una reducción significativa de sus emisiones para 2020 pero no da cifras

El presidente chino, Hu Jintao, ha respondido a las peticiones de la comunidad internacional para que su país, el primer emisor de CO2 del planeta, reduzca sus gases contaminantes comprometiéndose a frenar sus emisiones de manera signifitiva para el año 2020, aunque sin dar una cifra concreta.

Lo ha hecho en la cumbre sobre cambio climático de la ONU en Nueva York, donde las principales potencias mundiales se reúnen para preparar la cumbre de Copenhague, de la que debe salir un nuevo objetivo de reducción global de emisiones más ambicioso que el de Kyoto.

"Nos esforzaremos en reducir nuestras emisiones de CO2 por unidad del PIB por un notable margen para 2020 tomando como referencia lo emitido en 2005", ha anunciado Hu, en un claro intento de frenar las críticas hacia su país por no hacer lo suficiente para frenar el calentamiento global.

Conversaciones estancadas

La oferta de Hu presiona a Estados Unidos -cuyo presidente, Barack Obama, ha pedido un esfuerzo conjunto para frenar una catástrofe ambiental- y otros grandes países occidentales emisores de CO2 para reiniciar las conversaciones estancadas para buscar un objetivo contra el cambio climático y le da a China un fuerte punto de partida en las negociaciones para Copenhage.

"El mundo espera de nosotros una decisión para hacer frente al cambio climático, un tema que afecta a la supervivencia y el desarrollo de la humanidad", ha declarado el líder chino de manera solemne.

De esta forma, China incluirá en su aún sin publicar programa económico para el periodo 2011 y 2015 un objetivo de reducción de carbono, y aumentará el porcentaje de combustibles no fósiles usados para el consumo energético hasta un 15% de aquí a 2020.

Ban se pone serio

Hu contestaba con esta propuesta al llamamiento del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que ha urgido a los líderes mundiales a dar "prueba de liderazgo" con la aprobación del acuerdo de Copenhague.

"Hoy pido a los líderes de los países industrializados que están aquí que den el primer paso. Si lo hacen, los demás les seguirán. Y a los de los países en desarrollo les pido que aceleren sus esfuerzos",  ha indicado en la apertura de la conferencia.

Ban les ha advertido que su "fracaso en lograr un acuerdo amplio en Copenhague será inexcusable a nivel moral, económicamente miope y poco sabio políticamente".

"Estas negociaciones avanzan a una velocidad glaciar. Los grandes glaciares del mundo desaparecen más rápido que los progresos humanos para protegerlos", ha denunciado Ban, en un tono inusualmente más firme y duro de lo habitual.

En resumen, el responsable de Naciones Unidas ha pedido a los países industrializados y en desarrollo que "en vez de estar pidiéndose concesiones unos a otros, vean la manera en que pueden contribuir a un bien mayor. Un acuerdo exitoso en Copenhague significará más prosperidad, seguridad y equidad para todos".