La ONU pide a Micheletti que cese la "intimidación" y Zelaya denuncia un ataque con gases tóxicos

El Consejo de Seguridad de la ONU ha condenado los "actos de intimidación" contra la embajada de Brasil en Honduras, pero no ha entrado en el tema sobre el futuro del presidente depuesto del país, Manuel Zelaya, quien ha denunciado el lanzamiento de gases tóxicos contra la embajada por parte de las fuerzas de seguridad hondureñas.

Zelaya ha solicitado la intervención de la Cruz Roja internacional alertando del malestar de varias personas que le acompañan desde su regreso a Honduras el pasado lunes. Micheletti ha negado estas acusaciones, según informa Radio Nacional. Brasil ha declarado al respecto que el de Micheletti es un "gobierno de mentirosos".

La ONU, contra la "intimidación"

"Condenamos los actos de intimidación contra la embajada brasileña y llamamos al gobierno de facto a que cese el acoso", ha declarado a los periodistas la embajadora de EE.UU. ante la ONU, Susan Rice, que preside el consejo de forma rotatoria.

De esta forma respondía a la petición de Brasil, cuyo canciller, Celso Amorim, ha detallado que desde que Zelaya se refugió el pasado lunes en la embajada de Brasil, ésta está "casi asediada".

"Ha sido objeto de actos de acoso e intimidación por parte de las autoridades de facto en violación de las obligaciones derivadas de la Convención de Viena sobre las relaciones diplomáticas", ha añadido.

Amorim ha asegurado que el gobierno brasileño está "gravemente preocupado por la posibilidad de que los autores del golpe de Estado no respeten la inviolabilidad de su embajada para arrestar por la fuerza a Manuel Zelaya".

Sin voluntad en el gobierno de facto

Por su parte, Zelaya ha pedido a la comunidad internacional que le apoye "para revertir" el golpe de Estado del 28 de junio y "restituir la democracia" que, según el gobernante depuesto, le fue "robada al pueblo hondureño".

Lo ha hecho en un comunicado difundido por un portavoz desde la Embajada de Brasil en Tegucigalpa a través de Radio Globo, el gobernante derrocado afirma que en los cuatro días que lleva en esa legación no ha constatado "ningún ápice de voluntad de parte del régimen de facto por la restitución de la Presidencia para el presidente elegido por el pueblo".

En este sentido, el presidente de facto del país, Roberto Micheletti, ha asegurado en una entrevista con TVE que no tiene intención de abandonar el país hasta las elecciones de noviembre.

Fusiles en alto

Según el derrocado gobernante, hasta ahora "se han establecido enlaces informales para que inicien las pláticas que conlleven al diálogo", pero considera que "no podrá avanzar hasta que se vea un cambio de actitud del actual régimen de facto".

Zelaya también ha añadido que si en su país los fusiles de los militares se bajasen cinco minutos, el gobierno de facto que preside Roberto Micheletti se derrumbaría.

Además, ha agregado que las Fuerzas Armadas y la Policía han "lanzado un represivo (...) y grosero ataque contra el pueblo que se ha levantado a favor de la restitución y contra la dictadura".