"Nos han cerrado porque decíamos la verdad"

Fuertemente armados y sin ninguna orden judicial. Decenas de soldados y policía han allanado las sedes de Canal 36 de Televisión y Radio Globo y se han llevado todos los equipos.

Estos dos medios audiovisuales se mantenían afines al presidente constitucional, Manuel Zelaya, y se habían pronunciado contra el golpe de Estado del pasado 28 de junio.

Richard Smith, el reportero de Canal 36 que estaba de guardia cuando han llegado los soldados, afirma que han cerrado la televisión en la que trabajaba "porque decían la verdad". Smith asegura que es por ese motivo por el que el Gobierno de Micheletti tienen "miedo": "No quieren ellos que sigamos hablando sobre lo que está pasando en el país". La puerta del Canal 36 está ahora cerrrada con candado.

El Gobierno golpista da así una vuelta de tuerca más a la implantación de una dictadura maquillada. Se ha decretado un estado de sitio encubierto con la suspensión de las garantías constitucionales y se persigue a los seguidores de Zelaya. Al mismo tiempo se bloquea cualquier posibilidad de negociación de una salida a la crisis y se impide la llegada de la misión de cancilleres de al Organización de Estados Americanos (OEA).

La misma postura de dureza se mantiene hacia los países que han sido más beligerantes en la denuncia del golpe como es el caso de España a la que no se permite la vuelta del embajador.

El representante diplomático español, Ignacio Rupérez, ha comentado a Efe que esperará en El Salvador "el tiempo que sea necesario" mientras el Gobierno que encabeza Roberto Micheletti le autoriza su retorno a Tegucigalpa.

A estos países, entre los que están también Argentina, México y Venezuela. Se les ha exigido que retiren escudos y banderas de sus embajadas y entreguen las credenciales de su personal. Lo mismo se hará con Brasil dentro de nueve días.