La guerra de Afganistán cumple ocho años en su momento más delicado
- El presidente de EE.UU., Barack Obama, decidió ayer martes no reducir las tropas en el país
- Los soldados estadounidenses afirman que las jornadas son cada vez más sangrientas
- Desde el principio de las operaciones americanas, 1.445 soldados extranjeros han muerto
- El último, un militar español al pisar su vehículo un explosivo improvisado
- Los talibán afirman que no suponen una amenaza para Occidente, pero continuarán luchando
Ocho años desde la invasión liderada por Estados Unidos que quitó a los talibán del poder, la suerte del país depende ahora de un debate que se celebra a millares de kilómetros de allí, en Washington: enviar o no refuerzos, sin los cuales el estado mayor de Estados Unidos previene que la guerra podría estar perdida en un año.
Obama no reducirá las tropas en el país
Este martes, el presidente estadounidense, Barack Obama, descartó reducir las tropas en el país. Así lo aseguró durante una reunión con congresistas demócratas y republicanos, según fuentes legislativas citadas por el New York Times.
El comandante de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF), Stanley McChrystal, envió el pasado mes al Pentágono una revisión de la guerra en este país y afirmó que a menos que se enviaran más tropas, no se podría derrotar a los insurgentes.
Mientras desde Washington debaten, las jornadas para los soldados en el terreno son tristes y sangrientas. En la provincia de Farah, el paso de Bhuji Bhast (36 km de longitud), es una zona llena de pueblos hostiles hacia la presencia de las tropas occidentales. Un experto en explosivos describe la región "como el peor lugar y el que más asusta a la gente".
Centenares de soldados, acompañados por el ejército afgano, se ponen en camino a diario antes del alba en busca de bombas. Una progresión entrecortada de ráfagas breves de ametralladora.
Desde el 7 de octubre de 2001, fecha del principio de las operaciones americanas en Afganistán, 1.445 soldados extranjeros, entre los que 869 estadounidenses, perdieron allí la vida. El último, un militar español al pisar su vehículo un explosivo improvisado.
"No somos una amenaza para Occidente"
Los talibán afganos afirman, por su parte, que no suponen ninguna amenaza para Occidente pero continuarán su lucha contra las fuerzas extranjeras, según afirmaron este miércoles en un comunicado.
"No tuvimos ni tenemos un plan para hacer daño a todos los países del mundo, incluidos los europeos, nuestro objetivo es la independencia del país y la construcción de un estado islámico", afirmaron los talibán en un comunicado en la página web 'shahamat'.
"Si vosotros (la OTAN y las tropas extranjeras) queréis colonizar el país, en el que habitan afganos orgullosos y fieles, en virtud de un pretexto sin base de la guerra contra el terror, deberéis saber que nuestra paciencia sólo aumentará y que estaremos preparados para una guerra larga", añade.