Klaus desespera a la UE al imponer una nueva condición para firmar el Tratado de Lisboa
- Quiere que le dejen escribir una nota al pie en el capítulo de derechos
- La República Checa garantizó que el tratado estaría ratificado en octubre
- El país ya está pendiente de un recurso ante el Constitucional contra el tratado
- La UE ya ha dejado claro que se le acaba la paciencia e insta a los checos a ratificar
- Detrás de esta maniobra podrían estar los conservadores británicos
El presidente checo, Vaclav Klaus, ha añadido un nuevo obstáculo para ratificar el Tratado de Lisboa al pedir a la Presidencia sueca de la UE añadir una nota al pie de dos líneas al documento antes de firmarlo y hacer así que entre en vigor.
"He hablado por teléfono este lunes con el presidente Klaus para firmar el tratado, pero Klaus pidió añadir una nota al pie de dos línea en relación al capítulo de los derechos fundamentales", ha asegurado el primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt, presidente de turno de la UE.
"También quiere que el Consejo Europeo se pronuncie sobre esta nota al pie", ha añadido el primer ministro sueco, que le ha contestado que "es demasiado tarde en el proceso" para esta propuesta.
"Le he dicho que es una mal mensaje en un mal momento", ha recalcado Reinfeldt, mostrando la desesperación de los dirigentes europeos que llevan varios días tratando de hablar directamente con Klaus, adversario declarado del tratado, para que clarifique sus intenciones.
Estas palabras echan un nuevo jarro de agua fría sobre el proceso de ratificación del tratado, que está a la espera de la firma de dos presidentes marcadamente euroescépticos, el polaco Leck Kaczynski -que no firmará el domingo, tal y como se había especulado- y el propio Klaus, que se ha negado a firmarlo con la excusa de que no lo habían aprobado los irlandeses.
Tras el 'Sí' irlandés del pasado sábado, Klaus tenía como nueva excusa el recurso presentado por un grupo de senadores próximos a él ante el Constitucional checo por las salvaguardias incluidas por Irlanda para aprobar el tratado.
Sin embargo, el primer ministro, Jan Fischer, garantizó el pasado miércoles a la UE que el Constitucional se pronunciaría antes de 2010 y que el tratado estaría firmado para esa fecha.
Reunión con Buzek
La clave de esta nueva maniobra de Klaus puede estar en Reino Unido, donde los conservadores británicos le han pedido explícitamente que alargue de forma artificial el proceso de la firma para que cuando ellos lleguen al poder si ganan las elecciones de la próxima primavera el Tratado no esté en vigor y puedan someterlo a referéndum.
Al menos el presidente checo ha atendido finalmente las peticiones de la Unión Europea (UE) y ha aceptado reunirse este viernes con el presidente del Parlamento Europeo (PE), Jerzy Buzek, que tratará de convencerle para que firme el Tratado de Lisboa.
Antes de confirmarse su encuentro con Klaus, Buzek ha señalado que aunque la República Checa debe tomar una "decisión soberana" sobre Lisboa, "deben discutirse los costes de retrasar su implementación".
"Después del 'sí' irlandés, estamos esperando la ratificación en la República Checa", ha recordado el presidente de la Eurocámara.