Zapatero se prueba los zapatos de líder mundial
- La gira internacional del presidente del Gobierno le alivia de presiones internas
- Apuesta por la Presidencia de turno europea para retomar la iniciativa en 2010
- Ya ha hecho más viajes que la legislatura pasada a estas alturas (ver mapa)
- Sus prioridades ahora son EE.UU., Oriente Medio y el África subsahariana
Ver Los viajes de Zapatero en un mapa más grande
"Somos un país libre, soberano y nuestra política exterior la marcamos nosotros". Con esta frase encabezada el Palacio de la Moncloa el balance de la política exterior de Zapatero en la pasada legislatura.
Tras esta semana 'triunfal' en la política internacional si Presidencia del Gobierno tuviese que seleccionar otra sentencia repetida una y otra vez por el presidente del Gobierno sería una muy diferente: "No hay que preguntarse qué puede hacer Obama por nosotros sino lo que podemos hacer por él".
En principio, lo que está claro es lo que Obama ha hecho por Zapatero: le ha dado el aire que necesitaba para superar los malos datos económicos y del que aspira alimentarse en la próxima Presidencia española de la UE, que comienza en enero.
A cambio, el presidente del Gobierno le ofreció más guardias civiles en Afganistán, un gesto positivo pero aún insuficiente para lo que el presidente de EE.UU. quiere de los países europeos.
"Obama se ha comprometido con el camino del multilateralismo pero ahoma está esperando apoyo por parte de los países europeos", señala Richard Youngs, director de investigación de la Fundación para las Relaciones Internacionales y el Diálogo Exterior (FRIDE).
Al repetir una y otra vez la frase anterior sobre lo que el resto de estados pueden hacer por Obama, el presidente del Gobierno ha sintonizado en buena parte con lo que desea el líder estadounidense de sus aliados, aunque pasar de las palabras a los hechos será mucho más difícil, porque tendrá coste político.
El factor Obama
Por lo pronto, su decisión de enviar más guardias civiles ya ha provocado la protesta de las asociaciones de la Benemérita. Un aumento sensible de soldados -tal y como desea Obama o al menos una parte de su Administración- podría tener mucho más coste.
Más a la mano de Zapatero está llevar el mensaje de revitalización del proceso de paz en Oriente Medio con la gira que está realizando esta semana. Este escenario también es, a juicio de Youngs, un escenario de lo que podría hacer España en política exterior y no ha hecho.
"España podría jugar un papel muy importante por la legitimidad que tiene en Oriente Medio y como mediador entre Estados Unidos y los países árabes", sostiene Youngs.
Sea como sea, la agenda internacional de Zapatero se ha acelerado en los últimos meses, hasta el punto de que las reuniones preparatorias de la Presidencia europea y las cumbres internacionales en las que ha participado hacen que ya haya superado los viajes internacionales que había hecho a estas alturas en su primera legislatura.
Más y mejores viajes
En total, el presidente del Gobierno había celebrado 42 actos fuera de España entre abril de 2004 y octubre de 2005. En el mismo periodo de esta legislatura ya anda por los 48 y es muy probable que en 2012 supere con creces los 81 viajes realizados en toda la primera legislatura.
Como ejemplo del refuerzo que el propio Zapatero ha querido imprimir a su política exterior esta segunda legislatura está la elección de Bernardino León, ex secretario de Asuntos Exteriores, para dirigir su propia agenda internacional.
Este dato no sería nada sorprendente: en los segundos mandatos los presidentes del Gobierno suelen potenciar su perfil más exterior por estar más asentados en su país o para escapar de las críticas internas.
Sin embargo, el dónde y el para qué ha hecho esos viajes es más importante. Por continentes, Zapatero siempre se ha centrado en su agenda europea, pero en este segundo mandato ha dado más peso al África subsahariana, a Oriente Medio y a Estados Unidos.
Por el contrario, sus viajes en la primera legislatura se orientaron fundamentalmente hacia Latinoamérica y los vecinos del Magreb, así como el potenciamiento del eje franco-alemán con sus entonces amigos Chirac y Schroeder.
Sí hay algunas líneas que se mantienen como evolución natural: las buenas relaciones con Turquía -socio en su Alianza de Civilizaciones- su interés por Rusia y la estrecha relación con los vecinos mediterráneos de Francia e Italia.
El fantasma de Aznar
La motivación también ha cambiado: ahora Zapatero es aceptado como un socio a tener en cuenta. El ejemplo más claro es Oriente Medio: en la pasada legislatura lanzó una iniciativa de paz junto al entonces primer ministro italiano, Romano Prodi, que Israel ni siquiera tendrá en cuenta.
Ahora el país israelí espera que con su visita el presidente español abra una nueva etapa en las relaciones bilaterales.
Así las cosas, el semestre 'planetario' de la Presidencia europea se presenta como un oasis ante la profunda recesión económica. Eso sí, el presidente tendrá que no olvidar la historia: hace siete años cierto ex presidente español comenzó con la Presidencia española su despegue como líder internacional.
Le llamaban a las reuniones internacionales y pasó a ser un socio fiable de Estados Unidos frente a la Vieja Europa. Incluso jugó con la idea de que España perteneciese al G-8.
Se llamaba José María Aznar y se fotografió en Las Azores antes de comenzar una guerra. Un año después perdió las elecciones, aunque no se presentase.