Las cooperantes liberadas en Sudán fueron víctimas de ejecuciones simuladas
- Aseguran que durante el cautiverio no perdieron la esperanza de ser liberadas
- Fueron retenidas en un área desértica, con condiciones climáticas extremas
- El Gobierno de Sudán ha prometido llevar a los culpables ante la justicia
Las dos cooperantes liberadas en la región sudanesa de Darfur el pasado domingo han confesado que sufrieron continuas "intimidaciones" durante su cautiverio, que se extendió más de cuatro meses.
La trabajadora irlandesa Sharon Commins ha contado en una entrevista cómo ella y su compañera ugandesa Hilda Kawuki vivieron aterradoras ejecuciones simuladas.
“Nos apuntaban a la cabeza y disparaban a nuestro alrededor“
"Nunca había visto un nivel de ira y odio similar al que tenían esos hombres en sus ojos. Tener gente gritándote en árabe, apuntándote en la cabeza y disparando a tu alrededor era algo muy difícil de aceptar", ha asegurado Commins.
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Vuelven este lunes a casa
Las dos trabajadores de la ONG irlandesa GOAL regresarán este lunes a casa y, aunque se encuentran en buen estado de salud, están visiblemente más delgadas y demacradas y todavía aturdidas por esta terrible experiencia. Sus captores las mantuvieron retenidas en un entorno desértico donde las condiciones climáticas eran de extrema dureza.
"Cualquier guardia que tuviera que cuidar de nosotras durante más de 10 días sufría literalmente una crisis nerviosa o un colapso emocional. Y eso que es gente que está acostumbrada a vivir ahí", ha explicado Commins.
La cooperante irlandesa también ha declarado que los secuestradores más jóvenes simpatizaban con ellas y que, incluso, algunos cuestionaban el secuestro.
"Había momentos en los que no podías evitar echarte a llorar. Entonces les mirábamos y ellos suavizaban su actitud y algunos parecían que también iban a romper a llorar", explica Commins.
El secuestro de Commins y Kawuki comenzó el 6 de julio y acabó el pasado domingo. Anteriores raptos en Darfur raramente han durado más de dos semanas.
El gobierno de Sudán ha dicho que no se ha pagado rescate por la liberación de ambas cooperantes y ha prometido llevar a los culpables ante la justicia.
"No tienen forma de escapar al castigo. Si no es hoy, será mañana", ha dicho Abdel Baqi al-Jailani, ministro de Asuntos Humanitarios del gobierno de Sudán.
Los voluntarios, en el punto de mira
Una campaña de contrainsurgencia contra los rebeldes que se alzaron en armas en 2003, ha expulsado a más de dos millones de personas de sus casas y ha provocado una crisis humanitaria que, según Naciones Unidas, se ha cobrado ya 300.000 vidas.
Una serie de secuestros han tenido lugar en Darfur durante el último año y los cooperantes que trabajan en la zona se han visto obligados a incrementar las medidas de seguridad para protegerse contra estos ataques.
Los secuestros de voluntarios de organizaciones humanitarias han aumentado desde que la Corte Penal Internacional (CPI) emitiera el 4 de marzo pasado una orden de detención contra el presidente de Sudán, Omar al Bachir, por crímenes de guerra y de lesa humanidad en la región.