EE.UU. mantendrá su plan de retirada de Irak pese al retraso de las elecciones
- Este martes se han retrasado las elecciones al 7 de marzo
- Bagdad ha sufrido nuevos atentados con más de 100 muertos
El jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, Mike Mullen, ha asegurado que el retraso de las elecciones de febrero a marzo en Irak no impedirá el inicio en agosto del 2010 de la retirada de las tropas estadounidenses del país árabe en el 2010.
"Podremos cumplir nuestro plan y comenzar la retirada con la reducción de fuerzas en agosto", ha dicho el almirante poco después de que el gobierno iraquí volviera a retrasar un día, al 7 de marzo, las elecciones generales, previstas en un principio para enero.
El almirante Mullen ha dicho ante la prensa extranjera en Washington que pese a la nueva estrategia anunciada para Afganistán en la que el gobierno estadounidense ha reiterado centrará todos sus esfuerzos, Estados Unidos no abandonará a Irak a su suerte.
“Estamos muy centrados en Afganistán pero puedo asegurarles que continuaremos vigilando lo que sucede en Irak“
Todavía hay 115.000 soldados
"Estamos muy centrados en Afganistán pero puedo asegurarles que continuaremos vigilando lo que sucede en Irak", ha subrayado el almirante, que ha lamentado el sangriento atentado de este martes, que deja al menos 127 muertos y 450 heridos en una cadena de coches bomba en Bagdad. Éste es el tercer gran atentado que se comete en Irak en lo que va de año.
En agosto pasado otra cadena de atentados dejó 87 muertos y 597 heridos y en octubre murieron 155 personas y cerca de 500 resultaron heridas al estallar casi simultáneamente dos autobuses con bombas bomba frente al edificio de la Gobernación de Bagdad.
"Estamos siguiendo estos acontecimientos muy, muy cuidadosamente", ha dicho Mullen, quien ha recordado que todavía hay 115.000 soldados estadounidenses sobre el terreno.
Obama pone fecha a la retirada
El presidente de EE.UU., Barack Obama, anunció en febrero que la mayor parte de las tropas abandonarán a finales de agosto del 2010 Irak, donde permanecerán entre 30.000 y 50.000 soldados para llevar a cabo tareas de formación y apoyo a los efectivos iraquíes hasta que se retiraren en su totalidad a finales de 2011.
Preguntado sobre la posibilidad de que Estados Unidos decida retrasar la retirada por el incremento de la violencia en el país, Mullen señala que ese escenario es una "especulación" que no quiere evaluar.
"Estamos siempre estudiando planes teniendo en cuenta otros posibles escenarios, pero en estos momentos no vemos nada que requiera que los ejecutemos", señala.
Los ataques se produjeron después de que el Parlamento aprobara una enmienda de la ley electoral para la celebración de elecciones generales.
El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, ha condenado la cadena de atentados en Bagdad y recalca que Irak avanza en la dirección adecuada, pero que "hay claramente algunos que se ven amenazados por esto".
Por su parte, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, enfatizó que "los terroristas que asesinaron a civiles inocentes no tendrán éxito y no lograrán socavar el proceso de los iraquíes hacia un futuro más pacífico y democrático".
“La aprobación de la ley electoral refleja el deseo de los iraquíes de tener un futuro pacífico y democrático“
El Departamento de Estado reafirma el compromiso de Estados Unidos con el futuro y el proceso político de Irak, según ha reiterado el portavoz, Philip Crowley, que asegura que Washingon seguirá trabajando "muy de cerca" y apoyará en todo lo que pueda a los iraquíes.
"No es casualidad, cada vez que Irak da un paso adelante en su proceso político, parece que aquellos que están decididos a frenar estos progresos en Irak responden con este tipo de violencia", ha dicho.
El comandante en jefe del Ejército de Estados Unidos en Irak, el general Ray Odierno, y el embajador de ese país en Bagdad, Christopher Hill, también condenaron la ola de atentados y ofrecieron su colaboración a Bagdad para llevar a los autores ante la Justicia.
"La aprobación de la ley electoral refleja el deseo de los iraquíes de tener un futuro pacífico y democrático", han señalado en un comunicado conjunto distribuido por el Departamento de Estado en el que instaron a los iraquíes a unirse para luchar contra "todas las formas de violencia e intentos de intimidación y para rechazar estas provocaciones despreciables".