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¿Es verdad que los inmigrantes copan los servicios sanitarios?

  • Un 27,9% de los españoles cree que "los inmigrantes abusan de la sanidad"
  • Diversos estudios desmienten estas afirmaciones sobre la población inmigrante
  • Desenmascaramos los mitos sobre la inmigración con cifras

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Un 27,9% de los españoles "cree que los imigrantes abusan de la atención sanitaria gratuita" y más de un 31% está "más bien de acuerdo" en que la población inmigrante causa una disminución en la calidad de la atención sanitaria, de acuerdo con el último estudio del CIS "Actitudes hacia la inmigración" (2008). Nada más lejos de la realidad.

Los inmigrantes van menos al médico y consumen menos fármacos que los españoles. Las cifras son claras: diversos informes avalan que visitan 6,4 veces al año su centro de salud de Atención Primaria frente a las 11,1 visitas de los españoles.

Además, los estudios reflejan que hacen uso de los servicios sociales en el inicio del proceso migratorio, como un primer trampolín a su adaptación a vivir en España.

"Van menos al médico"

Uno de los últimos estudios que se han conocido, elaborado por médicos de Atención Primaria (AP) de Zaragoza, desmiente la creencia de que la población inmigrante sobrecarga el sistema sanitario.

Los inmigrantes adultos van 4,2 veces al médico por las 6,7 de los españoles. En el caso de los niños, los inmigrantes acuden 5,5 veces frente a las 7,3 visitas de los niños autóctonos.

El estudio se realizó sobre las citas llevadas a cabo en 2007 en centros de salud de Zaragoza. Se analizaron más de 5 millones de visitas de una población de 473.523 (el 11,17% inmigrates). El ponente del estudio, Luis Andrés Gimeno Feliu, explica a RTVE.es que entre las causas puede estar el mejor estado de salud de los inmigrantes, "probablemente son mucho más sanos", y un concepto de "estar enfermo" diferente.

A ello se le añade otros factores como "dificultades de acceso" por no conocer todos sus derechos o una situación laboral más precaria que impide que puedan dejar de ir a trabajar para ir al médico.

"Usan menos antidepresivos"

Por lo que respecta a las recetas, el consumo farmacéutico es "significativamente superior" en la población autóctona que en la inmigrante, según el estudio de médicos de Atención Primaria de Zaragoza.

Los españoles gastan una media de 236 euros al año en medicinas frente a los 81 euros de los inmigrantes. En el caso de los niños el gasto es de 41 euros frente a 22.En general, tanto los adultos como los menores españoles consumen más psicofármacos que los inmigrantes.

El estudio recoge que "los varones autóctonos tienen un consumo de antidepresivos más de siete veces superior y de antipsicóticos más de ocho veces que los inmigrantes".

En este caso, las diferencias pueden deberse también a problemas de accesibilidad, pero también a su mayor salud, emigran los más sanos, y a su "menor medicalización" por motivos culturales.

En este sentido, señala Gimeno Feliu que los que menos acuden al médico y consumen fármacos son los asiáticos porque tienen su propia medicina natural.

"Emigran los que están más sanos"

La población inmigrante utiliza los servicios sanitarios con menor frecuencia que la autóctona. Es la principal conclusión que presentó la Fundación Ciencias de la Salud en un estudio que analizó cuatro encuestas de salud realizadas en la ciudad de Madrid (2005), Cataluña (2006), Comunidad Valenciana (2006) y Canarias (2005).

En total se realizaron más de 26.000 entrevistas a población adulta de 16 a 74 años de edad, excluyendo a las personas mayores de 74 años, porque por encima de esa edad el porcentaje de población inmigrante residente en España es muy pequeño.

El profesor Enrique Regidor, director de la investigación y profesor del Departamento de Medicina Preventiva de la Universidad Complutense, aseguró en la presentación del estudio que los resultados obtenidos "son extrapolables al resto de las autonomías".

No se detectaron muchas diferencias entre la población inmigrante y la española en el número de veces que acudían a la consulta del médico general o eran hospitalizados. Aunque ocurre lo contrario con el médico especialista y los servicios preventivos, ambas prestaciones son utilizadas con mucha menor frecuencia por la población inmigrantes que por la española.

A juicio del director de esta investigación, estos resultados podrían deberse a la existencia de diversas barreras de acceso a los servicios sanitarios como es el entramado administrativo o razones culturales, religiosas o lingüísticas.

Pero, también, apunta Regidor puede deberse al sesgo del inmigrante sano, ya que "los sujetos que emigran están más sanos que los que se quedan en sus lugares de origen".

El estudio señala que existen algunas excepciones al patrón general, como es la excesiva utilización de los servicios de urgencias por lo inmigrantes procedentes de América Central y del Sur. En algunos sitios como en la Comunidad Valenciana, la población porcedente de países ricos utiliza más los servicios del dentista y otros especialistas privados.

"Los españoles padecen más trastornos crónicos"

La Revista Española de Salud Pública publicó la pasada primavera el estudio sobre "Inmigración y Salud: Necesidades y utilización de los servicios de Atención Primaria por parte de la población inmigrante en la región sanitaria de Girona".

La investigación, en este caso, se realizó mediante una encuesta a 645 usuarios sanitarios. Al preguntarles si habían visitado algún médico en el último mes, el 61,2% de los españoles dijeron que sí, frente al 50,1% de los inmigrantes.

Cuestionados sobre el consumo de fármacos en las últimas 48 horas, el 66,7% habían consumido medicamentos frente al 50% de los extranjeros.

En general, los españoles padecen además más trastornos crónicos (51,4% ante el 29,6%).

Según este estudio, son los "condicionantes sociodemográficos" y no únicamente el origen del paciente los que determinan las necesidades y utilización de los servicios sanitarios de la población.

"No es verdad que vivan de los servicios sociales"

El artículo de investigación "¿Última red o Trampolín?" de Moreno. G. y Aierdi, X., publicado en el Anuario de la Inmigración 2009, analiza diferentes aspectos del uso que hace este colectivo de los servicios sociales.

Los autores concluyen que los extranjeros sólo hacen uso de éstos en el inicio del proceso migratorio y disminuye su utilización según avanza su periodo de adaptación, es lo que denominan un "primer trampolín de inserción dentro de un proceso ascendente, no como una última red de protección".

Aunque subrayan que no existen muchos datos oficiales sobre el uso que hacen los inmigrantes de los servicios sociales, mencionan a nivel estatal que el 6,8% de los usuarios de servicios sociales eran personas extranjeras, cuando el peso de esta población en el año 2006-2007 era de un 8,8% del total de la población de los residentes en España, según datos del ministerio de Trabajo.

En base a un informe realizado por el Gobierno vasco sobre el impacto económico de la inmigración extracomunitaria (2008), afirman que el gasto realizado en sanidad por inmigrante es inferior a su peso, sobre todo por una distribuciónde la edad sensiblemente más joven que la autóctona.

Este estudio señala, además, que las personas mayores, que tradicionalmente usan más los recursos de la sanidad pública, apenas tienen un peso destacado en el colectivo de inmigrantes, ya que son muy pocos los inmigrantes que tienen más de 65 años.

Según el Observatorio Vasco de Inmigración prácticamente no existe población extranjera mayor de esa edad, ya que se concentran en tramo situados entre los 20 y los 45 años.

"Los inmigrantes desconocen los recursos del sistema"

El trabajo que aborda el "Acceso a los servicios sociales en la Comunidad de Madrid", Calatrava, A. y Marcu, S., 2006, subraya el carácter universal y gratuito de la sanidad pública, un derecho que se extiende a toda la población sea o no inmigrante, esté o no legal.

Entre sus conclusiones apuntan que existe una falta de cultura sanitaria de la población inmigrante que limita a este colectivo a la hora de acceder a los servicios sociales, ya que desconocen los recursos que el sistema sanitario pone a su alcance tanto en el plano asistencial, como de la medicina preventiva.