Lydia Delgado presenta 'Les belles', las reinas de la noche

• Vestidos de noche y abrigos, las estrellas de la diseñadora
• La mezcla de ropa de día y de noche es tendencia

Desfile de Lydia Delgado en la Cibeles Madrid Fashion Week 2010

Pongámonos en situación. New York. Club privado. Apoyadas en la barra un grupo de amigas saborea un gin-tonic.  La última luz de la tarde atraviesa el cristal. Baña un vestido de seda estampado-nube color whisky. La atmosfera y el ambiente se tiñen de color topacio y coral.

Gala lleva una chaqueta entallada en la cintura con mosaico inspiración Art Deco en tonos marrón y ceniza combinada con una falda tubo. Hace frío y opta por calcetines para sus altísimas sandalias de tacón.

Una pequeña blusa de crepe de seda marfil mezcla distintos tejidos en rojos y rosa confiriendo a Miranda una aire de niña un tanto oriental.

Las amigas mezclan sin rubor ropa de día con ropa de noche, jerséis de lana con faldas de lentejuelas y encaje. Deliciosas blusas de crêpe georgette con estrictas faldas tubo.

Las reinas de la noche

Participan en esta noche de fiesta -pero desde un segundo plano- la mujer de Fernando Alonso, Raquel del Rosario, así como los actores Alejo Sauras, Jesús Olmedo y Nerea Garmendia. Eduardo Noriega, en el 'front row' del desfile, comenta las propuestas de Lydia, casi como si formara parte de la historia.

El fucsia intenso de satén ilumina su abrigo negro con cremalleras y botones de flores doradas. Mañana viajan a Londres. Llevan sandalias de flores con mucho tacón y se pintan los labios de color coral.

En su maleta, un abrigo de paño masculino con botones-gemelo de aire militar para cubrir los centellantes vestidos de noche. Jerséis rematados con grandes lazos estilo Betty Boop; pantalones amplios de lana, blusas de seda de aire retro, faldas largas para el día y extravagantes sandalias de tacón.

Sus colores favoritos son el coral, topacio, marrón, ceniza, maquillaje, frambuesa.

Enfundadas en vestidos sirena, 'Les belles' llegan a la fiesta. Sus vestidos joya llaman la atención de los invitados, que se giran para verlas entrar en la sala. Son las auténticas protagonistas de la fiesta. Flores negras engarzadas dibujan la espalda y perfilan el cuello y los hombros de la reina de la noche.