Enlaces accesibilidad

España será el segundo país, tras Irlanda, más afectado por la crisis a largo plazo

  • Según la OCDE, perderá 10,6 puntos de PIB potencial a largo plazo
  • La organización recomienda reformas en educación y en el mercado laboral

Por
Malos pronósticos para la economía española en el último informe de la OCDE, conocido hoy

La crisis económica que estalló en 2008 no sólo ha causado una recesión sin precedentes de la que algunos países como España todavía no han salido, sino que la OCDE calcula que amputará 3,1 puntos de PIB a largo plazo a sus países miembros, con picos destacados en el caso de Irlanda (11,8 puntos menos) y de la propia España (10,6 puntos).

Esta es una de las principales conclusiones del informe anual de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sobre la supervisión de las reformas estructurales que llevan a cabo sus países miembros y el impacto sobre su crecimiento, que en esta ocasión se centra en el impacto de la crisis.

Los autores del estudio auguran que en los 30 Estados de la organización, que habían crecido a un ritmo medio de entre el 2% y el 2,25% anual en los siete años que precedieron a la crisis, la progresión va a quedar limitada a una cifra en torno al 1,75% a largo plazo, después de la recesión del 4% en 2009.

España, en el furgón de cola

Subrayan, en cualquier caso, que la disminución del potencial de crecimiento va a estar repartido de forma muy desigual entre sus miembros, y que en el furgón de cola van a quedar muy descolgados Irlanda y España, cuyo potencial se va a ver amputado de 11,8 y 10,6 puntos de Producto Interior Bruto (PIB), respectivamente.

El desempleo y la menor inmigración lastrarán crecimiento de España e Irlanda en el futuro

En ambos casos, ese bajón de la capacidad de crecimiento económico se deberá esencialmente al efecto de la pérdida de empleos, que recortará el PIB en 9,8 puntos en Irlanda y en 8,4 puntos en España, cuando la media ponderada en la OCDE será de 1,1 puntos. Los efectos de la crisis sobre el empleo en Irlanda y España incluyen "una sustancial reducción de la fuerza de trabajo resultante principalmente" por un cambio de tendencia en la llegada de inmigrantes.

El otro responsable de la baja del potencial de crecimiento será el aumento de los costes de capital, derivados de la crisis de confianza causada por el estallido de la burbuja del crédito que ha incrementado la percepción del riesgo. En ese caso, la reducción de expectativas para España (2,1 puntos menos de PIB a largo plazo) e Irlanda (2 puntos menos) se sitúa en la media de la OCDE (-2 puntos).

Al margen de estos dos países, el impacto a largo plazo de la crisis también será superior a la media en países como Polonia (-4,5 puntos de PIB), Italia (-4,1 puntos), Alemania (-3,9), Holanda (-3,7), Bélgica (-3,7) y Grecia (-3,6). Los países relativamente menos afectados serán Japón (-2,1 puntos de PIB a largo plazo), Estados Unidos (-2,4 puntos), Canadá (-2,4) y Nueva Zelanda (-2,4).

Recomendaciones: más reformas en educación y mercado laboral

Ante estas previsiones, el informe recomienda en el capítulo dedicado a España impulsar mayores reformas en el mercado laboral y en la educación, señalando que desde 2003 se ha detenido el acercamiento del Producto Interior Bruto (PIB) por habitante español al de los países miembros más ricos y la diferencia sigue siendo superior a 25 puntos.

En el lado positivo, se reduce el diferencial de productividad y hay mayor competitividad

El elemento positivo es que desde 2007 se está produciendo una disminución de la fractura en la productividad respecto a los países más eficientes, de forma que el diferencial vuelve a ser inferior a 20 puntos porcentuales (en términos de PIB por hora trabajada). También se reconocen progresos para introducir mayor competitividad en los mercados de productos y en las industrias de redes.

Los autores del estudio lamentan que persistan las "distorsiones" en la vivienda, donde la OCDE recomendaba a España acortar los procedimientos para resolver los contenciosos entre inquilinos y propietarios, y eliminar las ayudas fiscales a la compra de casas para dirigir esos fondos hacia los alquileres sociales.

También constatan que "no ha habido progreso en la reforma de la negociación salarial", una cuestión en la que la OCDE recomiendaba suprimir la indexación de los sueldos con la inflación pasada y permitir a las empresas eludir la aplicación automática de los convenios colectivos. También se aconsejan otros cambios en el mercado laboral español, en particular reducir la fractura que hay entre los trabajadores con contratos fijos -para los que pide que disminuya la indemnización por despido- y los eventuales, cuyo porcentaje considera excesivo.