¿Qué ocurre en Kirguizistán?
Kirguizistán se encuentra en el corazón de Asia Central y es un punto clave para Occidente ya que desde allí se intenta frenar la extensión de los militantes islamistas procedentes de Afganistán.
De hecho, es tan clave que Estados Unidos tienen allí alquilada una base aérea para apoyar su lucha contra la insurgencia talibán, algo que Rusia también ha hecho.
Los dos países con bases en Kirguizistán han expresado su preocupación por lo que ellos consideran un incremento de la militancia Islámica en Asia Central y Kirguizstán resulta vital para la lucha. Es un país que comparte el Valle de Fergana con Uzbekistán y Tajikistán, zona objetivo de incursiones de guerrilleros Islámicos en 1999 y 2000.
De ahí el alarmismo de las potencias extranjeras ante la violencia que barre desde el pasado martes Kirguizstán ya que podría tener consecuencias imprevisibles para la región entera.
¿Qué ha generado el malestar?
El presidente Kurmanbek Bakiyev, un antiguo líder de la oposición que accedió al poder tras la destitución de Askar Akayev en 2005, ha sido acusado desde entonces de ser responsable de actuaciones como la encarcelación de opositores políticos y o de estar implicado en actos de corrupción.
Akayevich Huyó del país el 23 de marzo de 2005, cuando el movimiento revolucionario popularmente conocido como la Revolución de los tulipanes ganó fuerza. Su mandato como presidente acababa en unos meses, pero se sospechaba que tenía planeado falsificar las elecciones, cambiar el límite de mandatos presidenciales, o usar el nepotismo para quedar en el poder de facto. Él ha negado todas estas acusaciones.
"Después de la Revolución de los Tulipanes en 2005, la esperanza era que después de que Akayev, Kurmanbek Bakiyev fuera una clase diferente de líder pero esto no ha sido así" ha afirmado el director del grupo de expertos de la Friedrich Ebert Stiftung en Moscú, Reinhard Krumm.
Bakiyev ganó de nuevo las elecciones gracias a esa revolcuión con una mayoría aplastante en julio el año pasado, pero los opositores y observadores Occidentales han criticado seriamente su reelección.
Bakiyev tenía en sus manos el destino de los 5.3 millones de habitantes nacionales, de los que, aproximadamente un tercio viven bajo el umbral de la pobreza. De hecho, el salario medio mensual es aproximadamente de 130 dólares.
La población, ante la constante recesión de su economía, considera que su líder no ha hecho nada.
¿Cómo acabar con el conflicto?
Ahora, lo que la oposición ha estado exigiendo es que Bakiyev aborde la corrupción y despida a miembros de su familia que ocpan cargos importantes y se encuentran implicados en casos de fraude.
En caso contrario, amenazan con derribar a Bakiyev.
Pero ahora ya no sólo la población está pendiente de cómo afrontará Bakiyev la crisis, países como Rusia, Estados Unidos y China también están en alerta.
Los analistas sostienen que, de momento, Bakiyev afronta los hechos de forma tranquila y que no pretende tomar medidas severas.