Benedicto XVI, cinco años de soledad
- El Papa cumple su quinto aniversario en plena crisis por la pederastia
- En este tiempo han sido más bramados sus errores que cantados sus aciertos
- Benedicto XVI, en directo el funeral del Papa desde el Vaticano
Participa: Pregunta a O'Gorman, víctima de abusos sexuales por parte del cleroParticipa: Pregunta a O'Gorman, víctima de abusos sexuales por parte del clero
En las última semanas le han caído muchos años de cansancio al Papa que llega al quinto aniversario de su ascenso al sillón de Pedro en mitad de la crisis más divulgada de la Iglesia moderna.
Joseph Ratzinger es un intelectual dotado de tanta profundidad de pensamiento como de falta de carisma ante las multitudes. Fue uno de los pocos candidatos que entraron Papa en el cónclave y salieron elegios. La tradición señala lo contrario: el colegio cardenalicio no se suele decantar por los favoritos.
Cinco años de pontificado en los que han sido más bramados sus errores que cantados sus aciertos. Desde el célebre discurso de Ratisbona, donde relacionó la religión musulmana con la violencia, hasta los escándalos de pedofilia que han explotado en las últimas semanas removiendo los cimientos de la institución y convirtiendo el lustro de su pontificado se ha convertido en una corona de espinas.
El Papa es un hombre que gana en la distancia corta pero que falla en la divulgación en masa de sus mensajes.Un quinquenio es un margen de tiempo suficiente como para constatar que el aparato de comunicación de la Iglesia tiene más vías de agua que el Titanic. Cada movimiento se ha convertido en un iceberg punzante que amenaza la línea de flotación.
Fue en el conflicto con los musulmanes tras el discurso de Ratisbona, cuando Benedicto XVI desplegó sus mejores armas de diplomacia y condujo aquella crisis con fina sabiduría. Su viaje a Turquía, sólo 3 meses después del polémico discurso, cicatrizó la herida. Sin embargo, la memoria colectiva sigue recordando obsesivamente aquellas palabras.
Sus tres encíclicas
Ha alumbrado tres encíclicas: Dios es caridad alumbrada cuando apenas llevaba 8 meses como Papa y en la que señala que la misión de la Iglesia es el amor, no la política.
En noviembre de 2007 publicó Salvados por la esperanza, su segunda encíclica en la que previene de la tentación del individualismo y califica el Juicio Final como el término del Sufrimiento.
La tercera encíclica, Caridad en la verdad, supone una vuelta a los temas sociales en mitad de la crisis. De hecho, los avatares económicos provocaron varios retoques en el texto por parte del pontífice que, finalmente, la publicó en junio del pasado año.
Unos meses antes tuvo que gestionar otra de las periódicas crisis que saludan su pontificado: la negación del holocausto por parte un obispo Lefebvriano que se conoce sólo unos días después de retirada de la ex comunión al grupo cismático siempre que reconozcan la autoridad del Papa.
La vuelta de las misas en latín ha sido otro de los primeros motivos de recias críticas hacia Benedicto XVI. Fue un acto de incomprensión de los abundantes que cosecha este Papa porque lo que permitió es la celebración de la misa según rito tridentino. Con su documento, eliminaba una prohibición y abría la iglesia a otra forma de expresión que resultó excluida por Pablo VI.
España, el país más visitado
Ha visitado cinco continentes, aunque Asia haya sido de refilón. El viaje a Vietnam es el que, seguramente, por motivos de salud, nunca podrá hacer. Los de Pekín y Moscú, los anhelados que no permitirán las circunstancias.
Sin embargo España, se convertirá en el país más visitado por Benedicto XVI. Estuvo en Valencia en 2006, estará en Santiago de Compostela y Barcelona este año y viajará a Madrid el año que viene para participar en la Jornada Mundial de la Juventud.
Por la distancia, también América latina está un poco dejada de la mano de dios porque su Vicario en la tierra tiene las fuerzas limitadas. Tan sólo ha viajado a Brasil, en un periplo donde se habló de sectas y preservativos. Pero falló en la celebración de la jornada mundial de la familia, celebrada en enero de 2009 en México. Aquella fiesta quedó un tanto deslucida por la ausencia del sucesor de Pedro.
De su viaje a África quedan las imágenes de un Papa sofocado, soportando celebraciones, misas y rituales a más de 35 grados. Y también quedan sus polémica reflexión asegurando que el SIDA no se cura con preservativos. La comunicación del brillante teólogo siempre ha sido su caballo de batalla.
En sus tiempos de arzobispo de Munich se limitó a someter a terapia a un cura pedófilo. Pasado el tiempo, ha sido el primer Papa que retiró el ministerio a un sacerdote, Marcial Maciel, por abusos sobre menores aunque aparece a los ojos del mundo como el líder de un ejército de pederastas.
Así, en cinco años, el feroz Joseph Ratzinger se ha convertido en el desvalido y solitario Benedicto XVI. La historia se encargará de calificarle como Papa conservador o progresista porque ha sido capaz de adoptar decisiones valientes para extirpar la pedofilia del seno de su Iglesia.