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Las cenizas del volcán paralizan la producción de la factoría de Renault en Palencia

  • Se espera que la fábrica recobre el miércoles la normalidad
  • Falta un componente que debía llegar por transporte aéreo

Ver también: las explicaciones de un vulcanólogo

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Workers assemble a car at the Renault automobile manufacturing plant in Curitiba
Trabajadores en una cadena de montaje de Renault.

Las cenizas del volcán islandés que ha provocado el caos en los aeropuertos europeos también han logrado desajustar la cadena de montaje de la factoría de Renault en Palencia que no recobrará su actividad normal hasta el miércoles.

Las partículas de basalto y lava no se han colado físicamente en la maquinaria pero han provocado la falta de suministros de una compañía auxiliar. Esto ha llevado a parar la cadena de montaje, en varios turnos, desde el jueves pasado, de los cuatro modelos del Megane que se fabrican en la factoría palentina.

A pesar de que la factoría había podido recuperar parte de la producción gracias a un avión llegado de Turquía con las piezas que faltaban, pero un segundo avión no ha podido llegar para mantener el suministro a consecuencia de los problemas del tráfico aéreo.

La factoría de Villamuriel de Cerrato, que cuenta con unos 3.000 trabajadores, fabrica habitualmente unos 1.200 vehículos diarios del modelo Megane en las versiones Classic, Berlina y Coupé.

El portavoz de la Asociación de Fabricantes de Automóviles (ANFAC), David Barrientos, ha confirmado a RTVE.es que, por el momento, "ningún otro fabricante está teniendo problemas por el volcán".

Mecanismo de relojería

La producción de automóviles se realiza con el sistema denominado just in time que significa que, con la antelación necesaria, el fabricante envía el programa de trabajo de cada día a los proveedores, que fabrican los componentes exactos que se van a montar cada día en la cadena final.

Cada puerta, cada rueda, cada ventanilla, cada depósito de combustible que llega a la fábrica está marcado con un código y va destinado a una carrocería concreta, a un motor concreto, que al final se unen en el coche final. Con este sistema de trabajo en red, no almacenan ni la industria auxiliar ni las factorías de montaje final.

Los proveedores se comprometen a entregar cada componente en un horario determinado, un día determinado, exactamente en el lugar de la cadena que le corresponde. Para que este sistema funcione correctamente, el transporte debe de ser igual de eficiente que el resto de la cadena de producción.

Las fábricas de automóviles pueden producir más de 3.000 automóviles al día, en un sistema de trabajo perfectamente sincronizado con los suministradores. En muchos casos, si no llegara ni un camión, el desabastecimiento sería inmediato. En el caso de Renault su dependencia del transporte aéreo le ha obligado a parar la producción.