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Brown se 'inmola' como líder laborista para evitar un pacto entre conservadores y liberales

  • Seguirá al frente del partido y del Gobierno hasta septiembre
  • En esa fecha se elegiría el nuevo líder de los laboristas
  • Clegg califica de "elemento importante" la decisión de Brown

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Gordon Brown anuncia que dimitirá en otoño como líder de los laboristas

Gordon Brown ha dado el último golpe de su vida política al anunciar que renuncia como líder laborista para abrir negociaciones con los liberal-demócratas, en un paso que puede cambiar radicalmente el panorama postelectoral en Reino Unido y pone en serio riesgo la llegada de los conservadores al 10 de Downing Street.

"Está cada vez más claro que el interés nacional, que es un gobierno estable y con principios, puede ser mejor servido formando una coalición entre el Partido Laborista y el Partido Liberal-Demócrata, por lo que creo que debería de descargarme de la tarea de formar gobierno", ha declarado a las puertas de Downing Street.

Brown ha pronunciado estas palabras justo después de conocer que los parlamentarios liberal-demócratas han rechazado firmar ya un pacto con los conservadores y han pedido aclaraciones en tres puntos básicos: educación, reforma fiscal y reforma electoral.

Clegg muestra su disposición

De hecho, el anuncio no ha cogido por sorpresa al líder liberal-demócrata, Nick Clegg, que pocos minutos después comentaba en la cadena Sky News que su decisión "puede ser un elemento importante para una suave transición hacia un gobierno estable que la gente merece".

"Debe haber sido muy difícil para él pero a mi juicio ha tomado esta decisión por interés nacional", ha añadido el líder liberal en un gesto a que algunos han interpretado a que estaría más dispuesto a pactar con los laboristas.

Los conservadores han respondido de inmediato 'copiando' la propuesta laborista de hacer un referéndum sobre el sistema de voto alternativo, un sistema más proporcional que no satisface completamente a los liberales.

Mientras tanto, Brown pronunciaba palabras que parecían escritas para él por el propio Clegg: "Como líder de mi partido, debo aceptar el juicio sobre mí", decía.

"Por eso tengo la intención de pedir al Partido Laborista que inicie el proceso necesario para su elección de nuevo líder. Espero que esté completada a tiempo de que un nuevo líder esté en el cargo en la Conferencia del Partido Laborista (en el próximo mes de septiembre)", ha concluido.

Así las cosas, Brown estaría al frente del Gobierno hasta septiembre, cuando un nuevo líder sería proclamado en el Laborismo y ocuparía Downing Street.

De esta forma satisfacería la petición de Clegg, que no estaba dispuesto a pactar con Brown pero abría la puerta a hacerlo con otro líder laborista en plena campaña electoral.

"Esto significaría que las negociaciones entre liberales y conservadores no están cerradas y puede que no estén yendo por tan buen camino como decían", asegura la corresponsal de TVE en Londres, Anna Bosch.

Coalición de perdedores

La suma de laboristas y liberales no llega a los 326 necesarios para lograr la mayoría absoluta. Sin embargo, sí sería posible con una fórmula de gobierno "progresista", que englobaría a los nacionalistas escoceses del SNP, los galeses del Paid Cymru y los socialdemócratas y la alianza del Ulster, socios respectivos de laboristas y liberales en Irlanda del Norte. Sumados a la diputada verde, tendrían 329 diputados.

El líder de los nacionalistas escoceses, Alex Salmond, ya planteó esta opción el sábado para frenar a los conservadores de David Cameron, aunque los laboristas -enemigos políticos de Salmond en Escocia- la descartaron.

Lo cierto es que la suma de conservadores con sus aliados naturales -los unionistas del Ulster, se quedaría con apenas 315 escaños, muy lejos de la cifra de esta suma de partidos.

El principal problema que plantea esta opción es que se produciría una "alianza de perdedores", además de algo inédito en la historia reciente británica: que el partido que ha sido largamente el más votado, el conservador de David Cameron, se quedaría en la oposición gracias al pacto de casi el resto del arco parlamentario.

Además, tras la marcha de Brown en septiembre, se daría la circunstancia de que un político que no ha sido candidato en estas elecciones ocuparía el número de Downing Street.

Entre los favoritos para sucederle están el ministro de Exteriores, David Miliband, su hermano Ed, ministro de Medio Ambiente, el ministro de Educación, Ed Balls, el de Interior, Alan Johnson y la número 2 del partido, Harriet Harman.