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Zapatero se compromete a responsabilizarse de los inmigrantes afectados por la crisis

  • La Declaración de Madrid relanza los acuerdos comerciales con Latinoamérica
  • Países latinoamericanos y europeos apuestan por el multilateralismo

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Acuerdos de la Cumbre UE-América Latina y Caribe

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, se ha comprometido a "responsabilizarse" de la situación de los inmigrantes afectados por la crisis económica en Europa tras la queja de la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, de que las actuales leyes europeas de inmigración son "discriminatorias".

Así lo ha expresado en la clausura de la VI Cumbre UE-América Latina: "Tomamos nota, nos preocupa, nos responsabilizamos de ello".

En la inauguración Kirchner reclamaba a la Unión Europea que evitara  desarrollar políticas contrarias a los inmigrantes. Por ello se ha  incluido en la declaración un punto en el que los 27 y la Unión Europea  se comprometen a "buscar un enfoque multidimensional" para "conocer la  realidad de las migraciones".

Se solventaba de este modo el único punto de fricción en una cumbre en la que la presidencia española ha conseguido su principal objetivo: relanzar los acuerdos comerciales.

Algo que han sellado en la llamada "Declaración de Madrid", en la que han sellado sus compromisos de cara a los próximos dos años.

Esos acuerdos a varias bandas se centran en el conseguido con América Central, y la Comunidad Andina (Colombia y Perú) que se firmarán este miércoles, y la reanudación del diálogo con el Mercosur. Unas conversaciones, dice el texto, que tienen "una gran importancia".

Más cooperación

Todas ellas sumadas a las asociaciones estratégicas que la Unión Europea tiene con Brasil, México y Chile.

Unas relaciones que permitirán "reforzar la cooperación y profundizar en el diálogo político y la integración regional". Todos ellos dejando a un lado el "proteccionismo en todas sus formas".

En definitiva, apuesta por el multilateralismo como ha dicho en la clausura la presidenta argentina, Cristina Kirchner, y que supone "mantener un diálogo fluido" para trabajar también en una nueva arquitectura internacional.

Reformar el sistema financiero

Algo que se hará dentro del G-20 apoyando una "reforma de las instituciones financieras" dando mayor voz y derechos de voto a los "países en desarrollo o en transición". Y cómo no, apostando por "una gobernanza internacional" que esté alejada de "cuotas".

Un esfuerzo que debe ir acompañado, dice la declaración, de un trabajo muy serio en ámbitos prioritarios para las dos partes: ciencia, innovación, energía o integración regional entre otros. Y para ello se va a crear un "Espacio UE-América Latina y Caribe del Conocimiento" para llevar a cabo una "cooperación científica y tecnológica".

Nace EuroLat

Proyectos que se verán reforzados por la creación de la Fundación EuroLat para "debatir sobre las estrategias y actuaciones comunes", dando voz a los representantes de los ciudadanos.

También se pone en marcha un mecanismo de 3.000 millones de euros que servirán de "palanca para movilizar nuevos fondos de respaldo a la inversión en América Latina". La llamada Facilidad de Inversión, ha dicho el presidente de la Comisión Durao Barroso, que pretende apoyar nuevas iniciativas empresariales y de infraestructuras.

Haití

Los líderes europeos y latinoamericanos no se olvidan de Haití. El "principal acuerdo que hemos alcanzado" ha dicho Zapatero.

Se comprometen a trabajar por la reconstrucción del país "a largo plazo y al límite de nuestras capacidades".  De modo, dice el texto, que se convierta en una oportunidad de "reconstruir y fomentar el progreso económico y social general".

Otros retos

Y asumen el reto de tomar las medidas que sean necesarias para combatir la "trata de seres humanos".

No podía faltar la lucha contra el cambio climático. Uno de los principales desafíos a los que se enfrenta la Comunidad Internacional, promoviendo el uso "de energías renovables" buscando una "mayor eficiencia energética" y apoyando la próxima cumbre del clima que se celebrará en Cancún.

En definitiva, un programa de trabajo ambicioso, en el que también hay compromisos para colaborar en la disminución de la pobreza en Latinoamérica, y contribuir al desarrollo de los Objetivos del Milenio. Dos años de trabajo por delante que en 2012 será revisado en Chile.