Enlaces accesibilidad

El viaje de Saramago

  • Pedro Soler ('Informe Semanal') nos relata su entrevista con Saramago
  • "Lo viviría todo otra vez", le confesó el escritor

Ver también:  Especial Muere José Saramago

Por
Informe semanal - El viaje de Saramago

Sabía de Saramago todo lo que se podía saber para hacer un reportaje, había recopilado información de su infancia, releído algunos pasajes de sus libros, repasado su discurso cuando le dieron el Nobel; incluso había subrayado frases de su última novela: El viaje del Elefante, creyendo que en ellos encontraría algunas de las claves para entrevistar al personaje. Sí, tenía toda la información que se puede tener del escritor, pero me di cuenta de que apenas sabía nada del hombre y eso me intimidaba.

Llegamos a Lisboa con la certeza de que había que intentar hacer algo más que una entrevista, quizás recrear un viaje a través de una vida y proponerle a un Saramago, aún convaleciente de su enfermedad, que nos acompañara a visitar algunos lugares, como su pueblo natal de Azinhaga.

"Lo viviría todo otra vez"

No sé si aquella idea de compartir viaje y acercarnos con él a sus recuerdos más queridos cambió mucho o poco el sentido del reportaje pero estoy seguro de que cambió mi visión de Saramago. Lo que hizo que ahora le recuerde como un hombre genial y humilde y que subraye uno de los instantes que me dejaron huella : su rostro tras el cristal del coche mientras evocaba un deseo tiernamente infantil "Si pudiera, -dijo- lo viviría todo otra vez exactamente como lo viví. Y eso que no ha sido una infancia feliz, pero yo querría repetirlo todo, pero claro con los mismos, con los abuelos, los primos, mi amigo José Dinos... sí esa es la única certeza, lo viviría todo otra vez"

En ese momento tuve la impresión de hablar con una persona totalmente desprovista de ambición, convencido de que no había nacido para ser escritor, ni siquiera para estar ahí con nosotros, concediéndonos una entrevista, y mucho menos para ganar un premio Nobel.

Y no sé, puede que ese viaje a Azinhaga, el reencuentro con los recuerdos de la infancia, explicara en cierto modo la sensación extraña que Saramago decía tener en esa época de su vida. "Es como si una cosas fuesen encajando con las otras. Espero que no acaben de unirse todas las piezas. Significará que llegó la hora en que ya tengo que marcharme".

Quizás es que las piezas han encajado del todo. Quizás José Saramago nunca pensó en ser recordado como lo será , pero el hecho es que algunas personas consiguen viajar muy lejos sin haberse fijado un destino y que paso a paso, libro a libro, estación a estación, el hombre que nunca quiso ser nada se convirtió en uno de los nombres más importantes de la literatura.