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La prensa italiana lanza un aullido de silencio contra la 'mordaza' de Berlusconi

  • La Federación de Periodistas Italianos llama a un día sin información
  • Podrían ser sancionados con 30 días de cárcel y hasta 10.000 euros

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Italia vive hoy una jornada de silencio informativo

Un grito de protesta aullado en el silencio. Eso quiere ser este viernes la movilización de la prensa contra la ley de escuchas que Berlusconi aprobará, presumiblemente, en el periodo vacacional de agosto. La también conocida como 'Ley Mordaza' tiene algunas virtudes ensombrecidas por la pretensión de control de la información, el oportunismo y los modos.

La Federación de Periodistas Italianos, FNSI, llama a un día sin información para protestar contra esta futura norma que fue aprobada en el Senado, el pasado 10 de junio.

Este proyecto de ley limita las escuchas telefónicas en las investigaciones judiciales y policiales, y castiga incluso con penas de cárcel a los periodistas que publiquen su contenido. En la Cámara Alta, el gobierno tuvo que recurrir al 'órdago parlamentario' para sacarlo adelante; es decir, la cuestión de confianza al ejecutivo.

Ésta es una práctica habitual en Italia. En poco más de dos años de gobierno en mayoría, Berlusconi ha recurrido 34 veces a este artimaña parlamentaria que saca adelante los proyectos seccionando el debate .

Actas judiciales resumidas

Ahora, el texto de la 'Ley Mordaza' ha vuelto a la Cámara de Diputados para ser refrendado. En ella se prevén condenas de hasta 30 días de cárcel o sanciones de hasta 10.000 euros para los periodistas que publiquen las escuchas durante las investigaciones o de las actas bajo secreto.

Los editores que divulguen esos informes serán sancionados con multas de entre 300.000 y 450.000 euros. Los medios de comunicación tan sólo podrán publicar las actas judiciales resumidas y queda prohibida la difusión de la documentación relativa a conversaciones telefónicas o a través de correo electrónico.

En Italia, muchos casos judiciales han sido adulterados por la vulneración del secreto de sumario. Es uno de los asuntos que se pretende con esta nueva ley: garantizar la actuación judicial.

Pero no parece que sea esto lo que ha movido a Berlusconi a tratar de sacar adelante la nueva norma en mitad de una tempestad de críticas. De hecho, el germen de esta ley afloró tras el asunto de la prostituta Patricia D'Addario y la publicación en los periódicos de las grabaciones que ella había hecho en casa de Il Cavaliere.

Limitación de las escuchas en las investigaciones

Otro de los puntos censurables de esta nueva norma es que se limita a 75 días el tiempo que pueden durar las escuchas durante las investigaciones, tras lo que será necesario pedir una prórroga.

Además no se podrán colocar micrófonos ocultos hasta que haya unos indicios fundados de delito. Éste es uno de los puntos más criticado por jueces y policías ya que, con esta limitación, hubieran sido imposibles muchas de las grandes operaciones antimafia que se han realizado en los últimos meses.

Desmantelar un grupo del crimen organizado puede llevar años a la policía. Son muchos meses de escuchas de conversaciones, en apariencia, insulsas a la búsqueda de un término clave o de un timbre de voz que se repite, o de citas inofensivas que sirven para diseñar una estrategia delictiva. Con respecto al límite temporal, la autorización para efectuar las escuchas sólo se producirá si hay una pena superior a 5 años de cárcel para el delito investigado.

El ex magistrado Antonio Di Pietro, líder del opositor Italia de los Valores (IDV), ha calificado la actuación de la mayoría conservadora de "prevaricación" y, en una de sus ocurrencias en busca del titular, agrega que una cosa igual no hubiera sucedido ni tan siquiera con el dictador Benito Mussolini.

La ley se debatirá en la Cámara a partir del día 29 de julio. Es muy posible que se apruebe a principios de agosto cuando la canícula estival aletargue la reacción social. Muchos ciudadanos no podrán rebelarse y se encontrarán con la ley a la vuelta de vacaciones.

Posición unánime de la prensa

Hay signos que avivan la inquietud: pocas horas antes del inicio de la anterior protesta de los periodistas, el pasado 1 de julio, el Garante de la Privacidad mostraba su alarma porque la libertad de prensa puede estar en peligro con esta futura ley.

La posición de la prensa parece unánime. Hasta el periódico de los obispos italianos 'Avvenire' ha decidido no salir a la calle. En el último editorial de la primera página cargaba contra los colegas explicando que en el periodismo hay leyes no escritas y que se debe partir del principio de presunción de inocencia y la indiscutible dignidad de las personas.