25 años del Commodore Amiga, el primer ordenador multimedia
- Fue uno de los primeros ordenadores con color y alta resolución
- Para muchos fue su primera herramienta de dibujo y vídeo digital
- La comunidad de fans ha sobrevivido a la desaparición del fabricante
Estos días se cumplen 25 años del lanzamiento de un ordenador muy especial: el Amiga de Commodore, el primero de un grupo de ordenadores medio familiares medio profesionales que revolucionó con algunas de sus innovaciones la informática de la época.
Fue la década en que los primeros PC habían comenzado a popularizarse entre los profesionales, en que los Commodore 64, Spectrum, Amstrad y MSX arrasaban entre los más jóvenes, proporcionado ventas millonarias en el terreno de lo que se llamó la "informática familiar".
Aquellos pequeños aparatos servían tanto para jugar como para aprender, dibujar, llevar las cuentas de casa -con un poco de esfuerzo, eso sí- y, para muchos aspirantes a informáticos, también para programar.
El año anterior, Apple había presentado el Macintosh, el que sería uno de los primeros ordenadores en popularizar innovaciones como el ratón y una interfaz de ventanas e iconos.
Commodore triunfaba entonces con equipos baratos y de pequeña capacidad, usados principalmente para juegos. Viendo el futuro en los juegos y el ocio digital, el Amiga se concibió con esa idea en mente.
“Desde 1982 trabajaron en un ordenador con pantalla a color, ratón y sistema de ventanas“
Desde el año 1982 Jay Miner y un equipo de ingenieros trabajaron en el diseño de esta máquina con algunas de las innovaciones de la época, incluyendo la pantalla en color de alta resolución, el ratón y un sistema operativo de ventanas.
La por aquel entonces exitosa Commodore Internacional adquirió Amiga Corporation para financiar los últimos desarrollos y comercializar los equipos, que verían finalmente la luz en forma de tres modelos: el Amiga 1000 como primera versión, el Amiga 2000 como equipo profesional para gráficos, música y vídeo y el Amiga 500 como máquina de juegos para el hogar.
En el corazón del Amiga latía un procesador 68000 de Motorola, el mismo que en el Macintosh, lo que le proporcionaba una potencia de cálculo inusitada para la época.
Pero el verdadero secreto del Amiga era un conjunto de microprocesadores especializados para audio y vídeo (llamados Paula, Agnus y Daphne) con los que se podían conseguir unos gráficos y animaciones increíbles, incluyendo superposición de vídeo, una resolución comparable a la calidad de la televisión y una paleta de millones de colores.
Hoy en día esto lo hace cualquier ordenador o incluso un teléfono móvil, pero en aquella época todavía se vendían pantallas de fósforo verde y muchos ordenadores como los PC sólo mostraban textos y emitían únicamente monótonos pitidos a base de bips a través de un pequeño altavoz.
Un sistema operativo multitarea
El sistema operativo del Amiga también se diseñó desde cero. Una de sus características, ya disponible en el UNIX de la época, es que era multitarea: otro avance importante, que permitía que varios programas se ejecutaran a la vez. El entorno de trabajo Workbench permitía abrir varias aplicaciones y gestionarlas como ventanas y llegaron a manos de los desarrolladores diversos lenguajes para que pudieran crear aplicaciones y juegos.
Además de unos 256 KB de RAM como sistema de almacenamiento el Amiga incorporaba disquetes de 3,5 pulgadas, pero pronto empezaron a hacerse populares accesorios como los discos duros y más adelante el CD-ROM.
El equipo básico vendía por unos 1.300 dólares, monitor aparte. Ahora es fácil pensar en el Amiga como en un "ordenador multimedia", pero ese término apenas había sido acuñado en aquella época.
El Amiga de Commodore vivió su época dorada en los últimos años de los 80, con una comunidad de usuarios que crecía cada día y ventas que se contabilizaban por millones de unidades cada año, además de todo un ecosistema de fabricantes de accesorios y software para el emblemático equipo.
Los usuarios de Amiga se conectaban a través de módems y BBS (los foros de Internet de la época) y podían comprar su revista Amiga World en el quiosco todos los meses.
Esa revista apoyó el ordenador de Commodore incluso antes de que se pusiera a la venta, con entrevistas protagonizadas por usuarios de lujo como Andy Warhol, que realizó algunas de sus obras con el ordenador. El Amiga también se usó para crear efectos especiales de algunas películas y series de televisión de por aquel entonces.
Pero, con el paso del tiempo, los Mac y los PC evolucionaron hasta igualar las capacidades del Amiga y superarlas, mientras Commodore se quedaba paralizada sin saber bien por dónde contraatacar. Su parálisis y mala gestión supusieron su muerte.
“Commodore dejó de fabricar equipos en 1994“
La comunidad de fans de Amiga sobrevivió a las desventuras de Commodore, que cerró sus puertas dejando de fabricar los equipos en 1994; años después todavía mantiene cierta actividad en torno a equipos supervivientes, clónicos y el sistema operativo AmigaDOS como reliquia modernizada.
Hoy en día todavía se considera al Amiga como uno de los más importantes "ordenadores de culto" de su generación.