¿Qué son las políticas activas de empleo?
- Su transferencia a Euskadi, clave para que el Gobierno saque los PGE
- Son cursillos de formación a parados y mediación para que encuentren empleo
- También se traspasan las bonificaciones de las empresas por cada contrato
El acuerdo entre el Gobierno central y el PNV para transferir al País Vasco las políticas activas de empleo es la llave para que se aprueben los Presupuestos Generales del Estado 2011. Éstas políticas ya están transferidas a todas las CC.AA., salvo a Euskadi, Ceuta y Melilla.
El traspaso de las bonificaciones de las que se benefician las empresas por contratar es el punto más criticado de este traspaso. Para el PP, con ello se rompe la caja única de la Seguridad Social.
Estas son las claves para comprender lo que son las políticas de empleo, tanto las activas como las pasivas.
¿Qué son las políticas de empleo?
Hay dos tipos: las activas y las pasivas. Estas últimas son fundamentalmente el pago de los subsidios a los parados, que no se han transferido al País Vasco ni a ninguna otra autonomía, aunque también son una reivindicación histórica del PNV.
¿En qué consisten las políticas activas?
Son sobre todo los cursillos de formación para los parados y la intermediación en el mercado laboral, es decir, recoger las ofertas de trabajo y cruzarlas con las demandas. También incluye la formación continua.
Las políticas activas ya están transferidas al resto de comunidades autónomas. País Vasco, junto a Ceuta y Melilla, eran las únicas autonomías que quedaban por recibir esta materia.
Se supone que la transferencia a Euskadi permitirá una mejor gestión, por ejemplo, adaptando los cursillos a una economía industrial como la vasca, que siempre necesita más mano de obra especializada, como soldadores.
¿Quién las va a gestionar?
Hasta ahora las gestionaba el INEM, que gastaba en el País vasco unos 300 millones de euros.
O sea, va a cambiar la gestión, pero la mayor parte de esa cantidad en políticas activas ya se gastaba en Euskadi y, por tanto, no es dinero nuevo.
Ahora, estas políticas las gestionará un nuevo ente vasco que se llama Lanbide. Se hará cargo de las 31 oficinas de empleo del INEM y de algunas más que ya existían, creadas ya por el Gobierno vasco, por lo que tendrá unas cuarenta oficinas y más 500 personas trabajando.
¿Por qué el traspaso se ha situado en 472 millones?
A las políticas activas de empleo -algo más de 300 millones- se ha añadido el traspaso de las bonificaciones de las que se benefician las empresas por contratar, a lo que se suma la habilidad del PNV para lograr una valoración al alza de estas dos cuestiones.
Esta competencia no la tiene ninguna otra comunidad autónoma y de hecho el traspaso de las bonificaciones a la contratación ha causado críticas en el sentido de que rompería la caja única de la Seguridad Social.
El Gobierno y el PNV defienden que no es así porque estas bonificaciones las gestiona el Ministerio de Trabajo, no la Seguridad Social.