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El FMI pide mantener el apoyo a la banca, que ha perdido 1,7 billones en la crisis financiera

  • Asegura que el sector sigue siendo "el talón de Aquiles de la recuperación"
  • Así, alerta de los vencimientos de deuda que deberá afrontar en dos años

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El Fondo Monetario Internacional ha abogado por mantener el apoyo de los Estados a las banca frente a la crisis financiera que se desató a mediados de 2008, según recoge su último informe sobre estabilidad financiera, que estima las pérdidas del sector bancario en 2,2 billones de dólares (1,7 billones de euros), por lo que señala que sigue siendo "el talón de Aquiles de la recuperación".

El sistema financiero global atraviesa todavía por un periodo de una  significativa incertidumbre

Así se recoge en el informe semestral Estabilidad financiera global, que se publica este martes coincidiendo con los preparativos de la reunión de otoño FMI-Banco Mundial del próximo fin de semana. Aunque la estimación de pérdidas es menor que en anteriores informes (2,3 billones en primavera; 2,8 billones hace un año), el organismo recalca que "el sistema financiero global atraviesa todavía por un periodo de una significativa incertidumbre".

El FMI ve como positivo que más de tres cuartas partes de los bancos afectados ya han efectuado esa reducción en los balances contables y queda pendiente una cantidad "residual" de 550.000 millones de dólares.

Sin embargo, estima que en los próximos 24 meses la banca global afronta  "inminentes presiones de financiación" ya que necesitarán  refinanciar unos cuatro billones de dólares en deuda, es decir, unos 2,9  billones de euros, casi el triple que el PIB español. 

El mayor riesgo, en Europa

El estudio señala, en concreto, que el riesgo en los mercados de todo el  mundo ha aumentado en los últimos seis meses a raíz de la crisis de  deuda soberana de Europa, donde sitúa aún el principal foco de  vulnerabilidad global. Dada la situación, señala el FMI, los gobiernos necesitan planear "cuidadosamente" la retirada de sus programas de apoyo al sector y aconseja reestructurar cuanto antes las entidades más débiles para que los mercados de financiación regresen a la normalidad.

Entre las medidas sugeridas figura, en los casos en que sea necesario, la recapitalización de los bancos y mayores avances en la reforma de las regulaciones en línea con las mejoras propuestas en el marco de Basilea III. "La entidades más débiles e inviables todavía necesitan ser reestructuradas y puede ser necesaria la retirada forzosa de la capacidad que no sea rentable. En este sentido, es importante que los planes de reestructuración anunciados en varios países se apliquen de forma rigurosa y a tiempo", destaca el informe.

En este sentido, el FMI pone dos ejemplos, los bancos regionales alemanes y las cajas de ahorro españolas: "Los landesbanken alemanes, por ejemplo, sufren una baja rentabilidad y, en España, el sector de las cajas está llevando a cabo una sustancial reforma y reduciendo el exceso de capacidad".

El FMI destaca, por lo demás, que las necesidades de capital "aparentemente modestas" de los bancos estadounidenses no hacen más que poner de manifiesto el tamaño de la intervención gubernamental sin la cual las aportaciones de capital habrían tenido que ser, asegura, significativamente más altas. Esa situación, señala el informe del FMI, revela hasta qué medida el riesgo se ha transferido de los balances privados a los públicos.