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El embajador de Venezuela en España denuncia maltrato a su llegada a Barajas

  • Asegura que los agentes le han maltratado "de forma verbal"
  • El viernes, el Gobierno español expresó su malestar con Venezuela
  • Un sindicato policial acusa al embajador de manipular el incidente

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El embajador de Venezuela en España, Isaías Rodríguez, ha acusado este sábado a la Policía Nacional de haberle "maltratado de forma verbal" en el control de pasajeros del aeropuerto de Barajas a su regreso de Caracas y retenido el pasaporte de forma indebida durante quince minutos.

Rodríguez, a través de un comunicado de la Embajada de Venezuela en Madrid, ha denunciado que uno de los agentes le trató de forma "manifiestamente hostil y con un tono de voz irrespetuoso" y le gritó "apártese" cuando trató de mostrar su pasaporte para ser sellado, que previamente había presentado una funcionaria de la agregaduría militar venezolana.

Tras identificarse y protestar por este trato, "varios policías uniformados lo rodearon y le pidieron el pasaporte", documento que "retuvieron indebidamente durante quince minutos" antes de devolvérselo, según el relato del embajador.

Este incidente, ocurrido en la Terminal 1 cuando Rodríguez volvía de Caracas, es una prueba más de "la actitud hostil, poco educada y maltratadora de algunos funcionarios del aeropuerto de Barajas hacia los venezolanos que viajan a España", añade la nota.

Una funcionaria presentó excusas

Una funcionaria de Barajas presentó excusas al embajador y "respetuosa y cordialmente" le explicó que se había tratado de un "malentendido ocasionado por que no se conocía exactamente la hora de llegada del vuelo" en el que venía Rodríguez.

"He aceptado las disculpas, pero sigo con la preocupación de que los ciudadanos venezolanos sean maltratados por parte de las autoridades aeroportuarias. Esta preocupación la haré llegar al Ministerio de Asuntos Exteriores español", concluye la nota.

Un sindicato policial le acusa de manipulación

El incidente ha tenido respuesta por parte de la Confederación Española de Policía que, a través de su Comité Ejecutivo Nacional, ha acusado al embajador venezolano de manipular el incidente para atacar a la policía española y enturbiar las relaciones bilaterales.

En un comunicado hecho público tras las acusacions de Isaías Rodríguez, el sindicato policail asegura que el trato que recibió el embajador fue "ajustado a la educación y respeto que merece el diplomático" y explica que no se identificó como el máximo responsable de la embajada venezolana hasta el último momento.

Le reprocha el tono de voz empleado y que, previamente, pretendiera utilizar un acceso reservado a las tripulaciones de los aviones.

"El embajador ha aprovechado un incidente particular, provocado en buena medida por él mismo, para lanzar un ataque contra toda una institución como el Cuerpo Nacional de Policía", lamenta la CEP.

Además, considera que es una prueba más de "la actitud provocadora de quien hace unas semanas insinuó que las declaraciones autoinculpatorias de dos etarras fueron obtenidas mediante torturas".

Por todo ello, el sindicato policial pide al Gobierno que dé una respuesta diplomática a esta actitud.

Malestar

Este episodio ocurre un día después de que el Gobierno expresara a Venezuela su "profundo malestar" por las acusaciones "inaceptables e injustificables" de la nota de su Cancillería en la que considera "una demostración de cobardía política" que España "intente endosar" al Ejecutivo de Hugo Chávez el "fracaso" contra ETA.

La ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, fue la que trasladó este malestar al embajador venezolano en una conversación telefónica.

En la nota de la Cancillería del pasado jueves, el Gobierno de Chávez rechazaba "tajantemente" las declaraciones "ambiguas y tendenciosas" hechas por miembros del Ejecutivo español, como Jiménez, por "asociar al pueblo y al Gobierno de Venezuela" con ETA.

Isaías Rodríguez se vio envuelto en otra polémica el pasado 5 de octubre cuando sugirió que los presuntos miembros de ETA Javier Atristain y Juan Carlos Besance Zugasti podían haber sido torturados para confesar que recibieron entrenamiento en Venezuela con la ayuda del etarra deportado Arturo Cubillas.

El embajador aclaró luego que no había querido hablar de torturas, pero insistió en que tenía "serias dudas" de que las declaraciones de Atristain y Besance hubieran sido "totalmente voluntarias".