Informe Semanal se acerca al drama cotidiano de quienes no pueden hacer frente a sus hipotecas
- Los afectados piden reformas de la Ley Hipotecaria para no acabar en la ruina
- El programa viaja a Córdoba con Marcos, el 'Niño salvaje de Sierra Morena'
- La erupción del volcán Merapi en Indonesia y un perfil de los niños españoles en riesgo de exclusión completan el programa
Vidas hipotecadas
El fin de la burbuja inmobiliaria no sólo ha disparado las cifras del paro, también ha arrasado con muchas economías familiares que, a causa de la crisis, no pueden hacer frente a las hipotecas que contrataron en momentos de bonanza económica. Ciudadanos que, sin empleo, se enfrentan a desahucios, embargos y deudas millonarias con los bancos. Las consecuencias de la recesión económica se agravan en la población inmigrante. Según algunas asociaciones, sólo uno de cada tres está al corriente de pago. La mayoría acaba en los tribunales, sin piso y sin poder cancelar su deuda.
Informe Semanal se ha acercado al drama cotidiano de estas personas que piden poder negociar con las entidades bancarias. Asociaciones de afectados han presentado al Congreso una propuesta de modificación de la ley hipotecaria para no acabar en la ruina.
Marcos, el hijo de los lobos
La vida de Marcos Rodríguez Pantoja no es sólo la historia de un buen guión de cine, es también el relato de una situación extraordinaria. La de un niño que creció entre las palizas de una madrastra y el maltrato de un padre, que acabó vendiéndolo a un cabrero. Hacía casi sesenta años que Marcos Rodríguez Pantoja no regresaba a Sierra Morena donde, durante más de una década, sobrevivió sólo haciéndose amigo de lobos, ciervos y águilas.
El director de cine Gerardo Olivares ha convertido esta historia extraordinaria en una película “Entre lobos”, que se estrenará la próxima semana. Un equipo de Informe Semanal ha hecho el retrato de la nueva vida de Marcos y del drama de su infancia y juventud.
Merapi, la montaña de fuego
La reciente erupción del volcán Merapi, en la isla indonesia de Java, se ha cobrado la vida de más de 300 personas en poco más de quince días. Considerado uno de los más activos y peligrosos del mundo, el Merapi despertó con tal virulencia que obligó, hace unas semanas, a evacuar a más de 400 mil personas, que vivían en las poblaciones próximas. Los daños económicos son todavía incalculables pero las cosechas enclavadas en las fértiles laderas del cráter han desaparecido.
El volcán Merapi, conocido también como la “montaña de fuego”, se despertó el pasado 26 de Octubre y, desde entonces, los vulcanólogos no han podido predecir su comportamiento. Sólo han podido precisar que es la mayor erupción de los últimos cien años. Informe Semanal se ha acercado a las aldeas repartidas por las laderas del volcán y ha visto como, poco a poco, intentan recobrar la normalidad. Aunque la zona todavía es inestable, la población va retornando a sus hogares y el gobierno ha reducido las zonas declaradas en peligro de erupción.
Niños invisibles
La crisis económica aumenta el riesgo de pobreza y exclusión social de los menores en España. La radiografía de los más de 8 millones de niños y adolescentes que viven en nuestro país, demuestra que uno de cada cuatro convive con alguna forma de marginación y aislamiento social. Son los datos del último informe “La Infancia en España 2010-2011” elaborado por Unicef.
Informe Semanal en la serie dedicada a "Concienciados con la Infancia" hace un perfil de este colectivo vulnerable que, en situaciones extremas, puede crecer sin derechos, victimas del fracaso escolar y con fuerte conflictividad familiar.
Cifras preocupantes que se multiplican por dos cuando se refieren a hijos de familias inmigrantes. 20 años después de que se firmara la Convención de Derechos del Niño, auspiciada por Naciones Unidas, todavía queda mucho por hacer. La Comisión Especial del Senado, encargada de la elaboración de la futura ley de adopción, aprobó recientemente el cierre de los centros acogida para menores de 6 años. Los expertos consideran que los más pequeños crecen mejor en familias que en centros de acogida.