El BCE evita reconocer públicamente la compra de deuda pública y amplia las medidas de liquidez
- Está comprando bonos de Portugal e Irlanda para embridar los mercados
- Trichet, sin embargo, mantiene la ortodoxia en público e insta a atajar el déficit
- Además, mantendrá las medidas para dar liquidez a los bancos hasta junio
El Banco Central Europea ha decidido mantener la ortodoxia de cara al público y, pese a que la autoridad monetaria europea está comprando bonos de los países periféricos de la zona euro para frenar los ataques de los mercados, su presidente, Jean Claude Trichet, se ha limitado a asegurar que el programa de compra de deuda pública sigue "en vigor", escudándose en que su función es controlar la inflación, al tiempo que trasladaba la responsabilidad a los gobiernos, instándoles a que cumplan su compromiso de controlar el déficit.
Así lo ha manifestado en la rueda de prensa posterior a la reunión mensual del consejo de gobierno del BCE, en la que ha decidido mantener los tipos de interés en la zona del euro en el 1% para apoyar el crecimiento económico y ha ampliado hasta junio de 2011 las medidas excepcionales puestas en marcha para dotar de liquidez a los bancos de la eurozona.
La ampliación de estas medidas "no convencionales" ha sido la única medida anunciada, pese a que se esperaba un respaldo explícito a las economías periféricas, muy presionadas por los mercados a causa de su elevado déficit, después de que el pasado martes el propio Trichet insinuara la posibilidad de volver a comprar deuda pública de forma masiva, como ya hiciera durante la crisis griega de la pasada primavera.
La mera insinuación permitió que el miércoles rebotarán de todas las bolsas europeas; hoy, los mercados bursátiles subían con fuerza, hasta que la rueda de prensa de Trichet ha devuelto la incertidumbre a las bolsas, que han perdido en unos minutos todo lo ganado durante la mañana.
Sin embargo, los inversores han valorado en última instancia la prolongación de las medidas de liquidez -ya que los bancos son quienes compran la deuda pública de los Estados- y, además, pese a que Trichet no lo ha admitido públicamente ni ha dado ningún dato al respecto, los inversores saben que está comprando grandes cantidades de bonos portugueses e irlandeses, tal como recoge Financial Times, así como títulos de deuda de otros países periféricos, entre ellos de España. Todo ello ha permitido que los mercados regresen a los números verdes.
La responsabilidad, de los gobiernos
El máximo responsable de la política monetaria, en cualquier caso, ha insistido en que las medidas extraordinarias -como el programa de compra de deuda pública- son "temporales" y pretenden ser "una adecuada vía de transmisión de nuestra estrategia en política monetaria". Traducido del lenguaje del BCE, supone que Trichet se escuda en que su mandato sólo le obliga a controlar la inflación por debajo del 2%: "Este objetivo es el principal", ha dicho.
Así, cada vez que los periodistas le han insistido, Trichet ha apelado a los propios gobiernos de la Unión Europea, instándoles a mantener los ajustes para controlar el déficit y a acelerar las reformas estructurales para impulsar el crecimiento. "Las decisiones adoptadas por los gobiernos tienen una importancia decisiva; esperamos que hagan lo que tienen que hacer, a lo que les obliga el propio Tratado [de la Unión Europea]", ha reiterado el presidente del BCE en alusión al Pacto de Estabilidad, que exige mantener el déficit por debajo del 3% del PIB.
“Estamos constantemente alerta sobre los mercados“
Trichet sólo se ha permitido, como ya hiciera el martes, lanzar una ambigüa advertencia a los especuladores: "Estamos constantemente alerta, prestando atención constantemente a los mercados, a las grandes tensiones que percibimos", ha comentado, para añadir de inmediato: "Y seguimos aplicando nuestra doctrina".
El único respaldo explícito que ha concedido el BCE ha sido a través de los bancos, ya que la entidad monetaria mantiene las subastas con tipo de interés fijo y en cantidad ilimitada en las operaciones de refinanciación semanales, en las mensuales y en las que vencen a los tres meses hasta finales de marzo. Estas operaciones de refinanciación, puestas en marcha de forma excepcional durante la crisis, permiten a las entidades financieras disponer de dinero a un interés menor que el del mercado, una posibilidad que ahora se amplía hasta junio de 2011.
Sobre la coyuntura económica, Trichet ha indicado que la recuperación en la zona del euro sigue en una dinámica "positiva", pese a la "elevada incertidumbre" que rodea a la economía. El BCE ha revisado al alza su previsión de crecimiento para 2010, desde el 1,6% hasta el 1,7%, mientras que mantiene la estimación del 1,4% para 2011 y del 1,7% para 2012.