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Muere el cantaor flamenco Enrique Morente

Ver también: Especial Enrique Morente

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Muere el cantaor Enrique Morente

El cantaor flamenco Enrique Morente este lunes en la clínica madrileña La Luz, según ha confirmado a RTVE.es José Manuel Gamboa, miembro de la SGAE y amigo muy cercano de la familia.

Morente, de 67 años, fue operado el 4 de diciembre en la clínica La Luz de Madrid de una úlcera, una intervención que obligó dos días después a su traslado a la UCI del hospital, y siendo nuevamente operado el día 6.

Un comunicado de la familia Morente difundido por la Sociedad General de Autores de España (SGAE) señala que el cantaor ha fallecido en torno a las 17.00 horas "después de varios días de denodada lucha contra la muerte".

"Enrique Morente, un creador único y una persona maravillosa, deja un enorme vacío en nuestros corazones y en el de la música, a los que se dedicó por entero y con entrega a lo largo de toda su vida", subraya la nota de la familia. Los Morente, además, agradecen las muestras de afecto y cariño recibidas estos días.

La capilla ardiente del cantaor se instalará el martes, a partir de las 17.00 horas, en la sede de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), después de que se la practique la autopsia al cuerpo. Tras haber permanecido unas horas en la Clínica la Luz, donde se produjo el fallecimiento, los restos mortales de Morente han sido trasladados al Instituto Anatómico Forense de Madrid.

Asimismo, la familia baraja la posibilidad de que el cortejo fúnebre se traslade el miércoles a Granada, donde tendrá lugar finalmente el sepelio.

Morente estaba considerado como uno de los grandes renovadores del flamenco y, a la vez, como uno de los más grandes y brillantes cantaores de todos los tiempos, a la altura de uno de sus grandes amigos, el desaparecido hace casi 20 años Camarón de la Isla, al que admiraba profundamente.

El cantaor granaíno ahora también nos deja huérfanos. Pero nos deja un legado inconmensurable, el de ser uno de los pioneros en cantar a los poetas y el mejor en adaptar poemas cultos (Federico García Lorca, Miguel Hernández, los hermanos Machado, Rafael Alberti...), la fusión del cante jondo con el rock, la música árabe o la latinoamericana, en definitiva, el combinar su conocimiento de la tradición ortodoxa con una inquietud investigadora que lo hizo ser uno de los máximos responsables de la renovación del cante.

Su contribución al arte flamenco ha sido reconocida en vida con numerosos premios, entre ellos el Premio Nacional de Música en 1994, convirtiéndose en el primer artista flamenco en lograrlo, o la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes.

Sus comienzos

Enrique Morente nació en el barrio del Albaicín un día de Navidad de 1942, a la sombra de una Alhambra que ha sido lo primero que veía cuando se levantaba durante años desde su casa en el barrio con más solera de Granada. Allí fue donde empezó a interesarse por el ambiente flamenco en las reuniones vecinales y de oír el canto de su madre.

De niño formó parte del grupo de seises de la Catedral de Granada y, ya de adolescente, no se pudo reprimir el afán de aprendizaje que le guió toda su vida. Con 14 ó 15 años se marcha a Madrid, donde aprendió el arte flamenco de la mano de Pepe de la Matrona.

Se le empezó a conocer como Enrique el granaíno y bajo este nombre es contratado a mediados de los años 60 en tablaos como Las Cuevas de Nemesio y Zambra.

En 1967 publica su primer disco, Cante Flamenco, acompañado por Félix de Utrera, en el que demuestra su dominio del flamenco al introducir palos difíciles y que no eran nada habituales en la época y menos para un joven de 25 años, como cañas y mirabrás.

Su saber lo vuelve a demostrar con su segundo disco ese mismo año, Cantes antiguos del flamenco, otro trabajo absolutamente ortodoxo. En 1970, su camino profesional se cruza con el del guitarrista Manolo Sanlúcar, junto al que inició una fructífera relación profesional durante años.

Las coplas basadas en versos

En 1971, con su tercer disco, Homenaje flamenco a Miguel Hernández, empieza a crear su estilo propio y a adaptar como nadie a las coplas los versos de los grandes poetas de la literatura española, lo que sería una constante en su carrera musical: San Juan de la Cruz, Federico García Lorca, Rafael Alberti, Antonio Machado, Lope de Vega, Fray Luis de León, Nicolás Guillén...

En 1978 recibió el Premio Nacional de Música Popular por Homenaje a Don Antonio Chacón (1977), con el que volvería al cante puro y que es una referencia obligada entre los aficionados y los jóvenes artistas flamencos.

En 1980 inició una serie de recitales "mano a mano" con Camarón, el primero de ellos en el Frontón de Madrid.

En la segunda mitad de la década de los setenta y los 80, Morente participa en distintos montajes, como el de La Celestina ObsesiónAndalucía hoyFantasía del cante jondo para voz flamenca y orquesta o El loco romántico, basada en El Quijote.

En 1988 grabaría su primer disco dedicado a Lorca, titulado En la Casa Museo de Federico García Lorca, por encargo del director del museo, Juan de Loxa. Casi una década después revolucionaría los textos de Lorca con Omega.

En 1990 volvería al cante más puro con Morente-Sabicas. Ya no volvería a publicar un disco tan ortodoxo hasta su último Morente Flamenco (2009).

Fue el primer cantaor flamenco en recibir el Premio NAcional de la Música

Tras publicar su Misa Flamenca, con textos de San Juan de la Cruz, Fray Luis de León, Lope de Vega y Juan de la Encina y tras crear su propio sello discográfico (Discos Probeticos), en 1994 se convierte en el primer cantaor flamenco que recibe el Premio Nacional de Música; galardón al que siguió en 1995 la Medalla de oro de la Cátedra de Flamencología de Jerez de la Frontera y el premio Compás del Cante en Sevilla.

La revolución Omega

En 1997 Enrique Morente se consolidó en el panorama vanguardista musical y se aproximaba al público ajeno al flamenco con Omegaponiendo música al Lorca de Poeta en Nueva York junto al grupo de rock Lagartija Nick y en el que recuperaba algunos temas de inspiración lorquiana del canadiense Leonard Cohen, además de contar con la colaboración de guitarristas como Vicente Amigo y Tomatito. Este disco es todo un referente en la revolución del flamenco y abrió mundos inexplorados hasta ese momento.

En 2007 colabora con otra banda de rock, Los Planetas, en su disco La leyenda del espacio. También ha puesto su voz ronca en colaboraciones con otros artistas como Sonic Youth, Pat Metheny o Amaral.

En 2008 publicó con su sello discográfico Pablo de Málaga, en el que descubre al Picasso poeta y pone voz a varios poemas escritos por el malagueño universal. El disco, que no funcionó comercialmente y, según el cantaor le "arruinó", da otro paso más allá en la innovación del flamenco, pese a su dificultad. "Habría sido mucho más fácil cantar las Páginas Amarillas que los escritos de Picasso", bromeaba Morente.

Uno de los últimos premios que recibió Enrique Morente fue el Premio Especial Ojo Crítico en 2009, otorgado por RNE.

La saga Morente

Ha querido el destino que el penúltimo disco publicado por el cantaor, Morente Flamenco (2009) -el último trabajo fue un EP editado por el Patronato Cultural Federico García Lorca basado en Llanto por Ignacio Sánchez Mejías-, haya sido una especie de alternativa a la saga Morente. En la primera canción del disco, la única grabada expresamente porque el resto son canciones en directo del cantaor, titulada "Nana de Oriente" participa toda la saga Morente, hasta los nietos.

Además de la cantaora Estrella Morente, cuya carrera ha estado apadrinada por su padre y se ha consolidado como una de las mejores cantaoras de los últimos años, también están en la canción los otros descendientes de Enrique y su esposa, la bailaora Aurora Carbonell: Soleá Morente, que empieza a adentrarse en el mundo del cante, su hijo Enrique, y hasta sus nietos Estrella y Curro, de cinco y ocho años.

Como ocurre con todos los grandes artistas de la historia, la muerte de Morente supone el nacimiento de un mito. Su arte será más valorado aún si cabe tras su marcha. Deja una saga para continuar su camino.