Cuba rinde homenaje a José Lezama Lima en el centenario de su nacimiento
- Este domingo hace 100 años que nació y los homenajes se han sucedido
- Una muestra en la Casa Museo del autor recuerda a Lezama
El gran escritor cubano José Lezama Lima habría cumplido este domingo cien años, un aniversario que en su país ha sido recordado, pero que en España, pese a que utilizó el español para crear la poesía "más barroca, espiritual y excelsa que se haya podido imaginar", como dijo José Ángel Valente, ha pasado sin eco.
Lezama Lima poeta, narrador, ensayista, autor de 'Paradiso', novela incalificable que han llegado a comparar, por su experimentalismo y su portentosa verbalidad, con el 'Ulises' de Joyce, fue un barroco exuberante, creador de un mundo propio en el que el torrente de palabras y sus metáforas las puso al servicio de las imágenes y la música.
Natural de La Habana, padeció asma desde la infancia
Nacido en la ciudad de La Habana, el 19 de diciembre de 1910, Lezama Lima estudió Derecho, pero fue sobre todo un gran erudito, un lector empedernido de toda clase de temas, que le dieron una gran cultura.
Lector de los clásicos, y en especial del Siglo de Oro español, "su obra es consecuencia de Góngora y, desde luego continuador de San Juan de la Cruz", decía el poeta fallecido José Ángel Valente, rendido admirador de Lezama y amigo suyo, como lo fue también la filósofa María Zambrano, con quien mantuvo una extensa correspondencia.
A los 19 años, cuando se muda a la mítica calle Trocadero de La Habana, al número 162, donde vivió hasta sus últimos días, Lezama ya empezaba a escribir en revistas. Fundó varias de ellas, como "Verbum", "Espuela de plata", "Nadie parecía" y, la mejor de todas, "Orígenes", en la que llegaron a colaborar T.S. Elliot, Faulkner, Charles Williams, Santayana, Octavio Paz y Alejo Carpentier, entre otros.
Pero al poeta le caracterizó también otra cuestión más prosaica, la enfermedad, el asma que padeció desde la infancia, que le mantuvo en cama durante grandes temporadas, leyendo, y que le llevó a la muerte a los 65 años.
No obstante, a pesar de convivir con esta enfermedad, siempre fue un gran fumador y un amante de la buena mesa, de ahí su orondo cuerpo. "Una buena mesa, una buena conversación y un buen mantel renacentista es una de las cosas que más pueden apetecer en este mundo", decía Lezama al respecto.
El escritor trabajó en el ministerio de Educación y en otras entidades culturales durante los primeros años de la Revolución cubana, a la que había manifestado su adhesión, pero la sospecha de su posible homosexualidad y algunas otras cuestiones al parecer, le mantuvieron apartado en su casa de Trocadero, en una especie de autoexilio.
“Lezama murió acompañado sólo por su mujer“
"Al final, Lezama murió acompañado sólo por su mujer y abandonado en un hospital por las autoridades políticas", recordó en una pasada entrevista Valente, quien refiere que fue su propia viuda, María Luisa, la que le escribió contándole así sus últimos días.
En España, a pesar de que no haya habido homenajes ni celebraciones, siempre se podrá leer al gran escritor, y la editorial Alianza tiene publicado lo mejor y más grande de Lezama.
Está 'Paradiso', la única novela publicada en vida, con la infancia y juventud de José Cemí como base para la construcción de un mundo poético, autobiográfico, en el que la realidad, el mito y la fantasía se mezclan para dar una obra oceánica.
Su aparición, en 1966, supuso la entusiasta respuesta de críticos y escritores, como Julio Cortázar. Esta edición de "Paradiso" reproduce el texto, revisado y autorizado por Lezama Lima, que publicó en México Ediciones Era, en 1968, al cuidado de Julio Cortázar y Carlos Monsiváis.
También está la mítica antología poética 'La muerte de Narciso', preparada por David Huerta con los textos 'Muerte de Narciso', 'Enemigo rumor', 'Aventuras sigilosas', 'La fijeza', 'Dador'.
Y, un tercer volumen, el libro de relatos, que recoge los cinco relatos de Lezama Lima: "Fugados", "El patio morado", "Juego de las decapitaciones", "Para un final presto" y "Cangrejos y golondrinas", publicados en las revistas Grafos, Espuela de Plata, Literatura y Orígenes, entre 1936 y 1946. Los tres en Alianza.