'Frank' de Jim Woodring, un cómic hipnótico
- Woodring es uno de los grandes del cómic underground
- Esta es la primera de sus obras que se edita en España
JIM WOODRING (Los Ángeles,1952)
Artista autodidácta, gozó de una infancia abundante en apariciones y alucinaciones varias. Trabajó en un estudio de animación y en 1980 comenzó a publicar un diario autoeditado llamado 'Jim', una antología de comics, ilustración y escritura automática. La primera aventura de 'Frank' se publicó en 1991 y a partir de entonces han ido apareciendo sucesivas recopilaciones de su trabajo en diversos países. Tanto 'Jim' como 'Frank' le han valido sendas nominaciones a los premios Eisner.
La estupenda portada de Frank (Fulgencio Pimentel Ediciones), de Jim Woodring, nos indica ya que estamos ante un cómic muy especial, algo que corroboramos enseguida con el prólogo, escrito por el mismísimo Francis Ford Coppola (El Padrino, Apocalipse Now) quién asegura que "Frank es una creación tan extraña que no sé por dónde empezar a describirla"
Y es que hay novelas gráficas estupendamente guionizadas y dibujadas, pero hay muy pocas que revolucionen el género, que nos muestren un nuevo mundo completamente diferente a lo que hemos visto hasta ahora y que, sin embargo, nos es familiar.
No hay nada convencional en las aventuras de este gato que vive en un universo de pesadilla repleto de monstruos y demonios y las aventuras que vive son imposibles de describir con palabras, pero se vuelven hipnóticas gracias a los lápices de Woodring, un excelente dibujante deudor de los grabados del siglo XIX y del maestro del cómic underground, Robert Crumb.
En un primer vistazo nos preguntamos ¿Qué es esto?, pero si nos atrevemos a entrar en el mundo de Frank quedaremos atrapados por algo que no sabremos describir muy bien, pero que nos fascinará. Por cierto que esta es la primera obra de Woodring que se publica en España.
"Del material del que se forjan los sueños"
El poder hipnótico de Frank, se basa en que sus historias están hechas del material del que se forjan los sueños, como el famoso Halcón Maltés, y como las grandes obras de ficción. Todo es posible en este universo.
A veces las aventuras de esta especie de gato antropomórfico se convierten en pesadillas (una manera de exorcizar los recuerdos de la difícil infancia del autor); a veces son historias cómicas, otras totalmente surrealistas, pero siempre mantienen una coherencia narrativa.
Y consigue desarrollar esos sueños con cuatro actores principales, el gato Frank, que nunca aprende nada, aunque tampoco le serviría en un mundo que cambia constantemente y en dónde no se aplican las leyes de la naturaleza; Cachorro arbusto, una cisternita que posee los poderes de un Dios pero que actúa como la mascota de Frank; Marrano Hombre, que representa las más bajas pasiones del hombre y que en las historias es maltratado, apuñalado... pero siempre regresa; y Antojo, lo que llamaríamos una criatua política que practica el saqueo mental, que tiene el aspecto de un demonio y que está presente en tres formas: galleta metal y líquido.
Además vemos desfilar por este extraño mundo otros personajes como las Jivas (almas condicionadas), los pollos Jerry (pollos chapuza) o Lucky (El afortunado)
Gracias a ellos nos vemos transportados a un universo tan original como fascinante y que, lo más importante, no se parece a nada que hayamos visto antes.
Y permiten a Woodring descargar todas sus frustraciones usando el cómic como una vía de escape, como otros grandes artistas, porque si leemos entre líneas veremos temas como la represión, el sexo y muchos otros, presentes en Frank.
"Sobran las palabras"
Jim Woodring asegura que no encontró el tono de las historias hasta que suprimió los diálogos. Y la verdad es que la ausencia de explicaciones es lo mejor del cómic, ya que acentúa ese aspecto surrealista. Es cómo las películas de zombies. No nos interesa tanto cómo han regresado de sus tumbas sino cómo podemos conseguir que vuelvan a ellas.
Frank es una de las obras más originales de los últimos años y no se parece a casi nada que hayamos visto antes, aunque a veces nos recuerde a Krazy Kat, de George Herriman, por lo absurdo de las situaciones. Pero, sin duda la mayor influencia de Woodring, como hemos comentado, sea el fascinante universo de Robert Crumb, porque ambos desarrollan mundos en los que las leyes físicas no existen y todo es posible.
También comparten su obsesión por la perfección de los dibujos. Nos costaría horas describir con palabras algunas de las extrañas criaturas de Woodring, pero verlas es fascinante... podemos intentar compararlas con algo, pero nos costaría encontrar referentes, porque son únicas.
En fin, que lo mejor es dejarse de palabras y sumergirse en este mundo extraño que os capturará y del que saldréis transformados como de una experiencia lisérgica, porque leer Frank es como visitar el reino de los sueños, en el que todo es posible. Y en el que se esconde el lado más personal del autor.
Esperamos que el cómic sea un éxito y muy pronto podamos disfrutar de otros sueños de Jim Woodring, cuya obra permanecía inédita en España. Por cierto no podemos sino felicitar a Fulgencio Pimentel por la magnífica edición de este cómic, ¡un lujo!.