Enlaces accesibilidad

El Gobierno cree que una moderación del ahorro ayudaría a relanzar el consumo y el crecimiento

  • Serviría para incrementar el consumo, ya que ahora se ahorra a tasas históricas
  • Las familias españolas guardan el 18% de su renta, por un 16% en Alemania
  • Si se redujera en dos puntos porcentuales, el PIB subiría un punto más

Por

El secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, ha señalado que el ahorro de las familias españolas, próximo al 18% de la renta disponible, es "espectacular" y ha estimado que si se redujera solo dos puntos porcentuales, el Producto Interior Bruto (PIB) avanzaría uno.

En la clausura de la presentación de un estudio sobre el ahorro en España, presentado por la Fundación de Estudios Financieros (FEF), Campa ha recordado que ahorrar es "un arma de doble filo" porque implica recortar una parte de lo que se destina a consumo.

Por eso, si se tiene en cuenta que en España el consumo de las familias aporta la mitad del PIB, Campa cree que reducir el ahorro en dos puntos, dejándolo en tasas próximas a las de Alemania (en el entorno del 16 % de la renta disponible) contribuiría directamente al avance de la economía.

En el corto plazo, Campa ha indicado que la "estabilización" del ahorro privado -entendido como una moderación del mismo, según fuentes de Economía- ayudaría a que la economía crezca, junto con los efectos de las inversiones realizadas.

Menos dinero volcado en el ladrillo

En cualquier caso, el secretario de Estado ha admitido que es difícil prever cómo evolucionará el ahorro, aunque ha querido aprovechar para rebatir las afirmaciones de que la economía española invirtió únicamente en viviendas durante la fase de expansión.

De la inversión realizada en esos años, que superaba con creces a lo que se ahorraba, solo una tercera parte iba a parar al sector inmobiliario, mientras que los dos otros tercios eran obra pública e infraestructuras, junto con inversiones de las propias empresas. Por tanto, la economía española dedicaba cerca de un 20% de la inversión a actividades productivas, en línea con el resto de Europa.

Centrado en el ahorro, Campa ha destacado el cambio de comportamiento de las familias, que más que duplicaron su ahorro hasta superar el 20% de la renta disponible en 2009, para bajar ligeramente en 2010.

En muchos casos, ese ahorro puede ser consecuencia de la incertidumbre de las familias sobre el futuro, aunque Campa ha comentado que parte de la subida se debió al freno de la inversión en vivienda. De hecho, los incentivos fiscales a la compra de la primera residencia hicieron que las familias llegaran a concentrar el 77% de sus ahorros en inmuebles y solo un 23% en activos financieros.