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Gadafi, dictador en febrero, defensor de los derechos humanos en noviembre

  • Irán, Egipto o Túnez elogiaron el régimen libio ante la ONU
  • Un Watch pide que se demuestre que el informe es fraudulento

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“Ha adoptado diversas políticas encaminadas a mejorar los derechos humanos, en particular el derecho a la educación y los derechos de las personas con discapacidad”. Así valoraba hace tres meses Baréin a… Libia.

Pero no es el único país que entonces se deshizo en elogios hacia cómo el régimen de Gadafi encaminaba a su país a la “defensa de los derechos humanos sobre el terreno”, también lo hicieron Irán, Argelia, Egipto o Cuba. Los mismos que, el pasado 1 de marzo y, ante la represión contra la población civil, se vieron obligados a respaldar las acusaciones que terminaron con la expulsión de Libia del Comité de los Derechos Humanos.

Los 'avances' libios

Pero en noviembre, todos los elogios dieron forma a un informe que resumía el debate de tres horas desarrollado en el seno del Consejo en el que se realizaba el examen periódico universal (EPU) para estudiar la actuación en materia de derechos humanos de determinados países.

Y en ese informe, Irán señala que la Jamahiriya Árabe Libia había aplicado una serie de instrumentos internacionales de derechos humanos y ha cooperado con los órganos de los tratados pertinentes. Además, toma nota con satisfacción de la creación del Comité Nacional de Derechos Humanos como una institución nacional independiente.

Argelia resalta los esfuerzos de la Jamahiriya para promover los derechos humanos y sus progresos en el ámbito de la educación, así como el progreso social y económico desde el levantamiento de las sanciones económicas.

Qatar elogia el marco jurídico para la protección de los derechos humanos y las libertades, incluyendo, entre otras cosas, su código penal y derecho procesal penal, que prevé garantías jurídicas para la aplicación de esos derechos.

Sudán señala como experiencia positiva del país el logro de una tasa de matrícula escolar alta y las mejoras en la educación de las mujeres.

La República Árabe Siria elogia a Libia por su serio compromiso y la interacción con el Consejo de Derechos Humanos y sus mecanismos. Elogia también el país por su régimen democrático basado en la promoción de la autoridad del pueblo mediante la celebración de conferencias públicas, que mejoran el desarrollo y el respeto de los derechos humanos y respetan las tradiciones culturales y religiones.

Y en esta misma línea se manifiestan Túnez, Venezuela, Jordania, Cuba, Egipto...

Todos, según denuncia el directivo de UN Watch, Hillel Neuer tuvieron un claro objetivo lejos de la misión en el Consejo: “Lo que buscaron fue reforzar el régimen opresivo de Gaddafi, desmoralizar a sus víctimas y dañar la reputación de la ONU”.

Las opciones del informe

Pese al resultado y esta valoración, se supone que el proceso de examen periódico universal, al que se había sometido Libia, debería proporcionar una revisión objetiva del desempeño de cada país para cumplir los pactos internacionales de derechos humanos y, además, comprobar el respaldo a los documentos de Naciones Unidas tales como la Declaración Universal de 1948 de Derechos Humanos.

Pero los críticos apuntan que el proceso ha estado marcado por la “alianza” de un bloque del consejo, la mayoría de los países en desarrollo, para evitar críticas.

Por ello, Neuer, que vigila de cerca el consejo, pide que lo que debería reconocer la UPR es que "el informe sobre Libia es un fraude, que lo retire y que programe una nueva sesión en la que los países del consejo "digan la verdad sobre los crímenes atroces del régimen de Gaddafi".

Pero, por el momento, la realidad no apunta en esta dirección: el Consejo de Derechos Humanos, de acuerdo con el programa de su actual período de sesiones, tiene la intención de "examinar y aprobar el resultado final de la revisión de la Jamahiriya Árabe Libia".