'Purga', lo que el silencio esconde
- Llega a España Purga, la última novela de la autora finlandesa Sofi Oksanen
- Ha obtenido el Premio europeo al mejor libro del año 2010
- La escritora bucea en las entrañas del totalitarismo soviético
Ficha técnica
384 páginas
Traducción:
Tuula Marjatta Ahola Rissanen y Tomás Gónzalez Ahola
Colección, Narrativa
La escritora finlandesa Sofi Oksanen encara el arrollador impacto de su última novela con aparente tranquilidad, pero la abrumadora promoción de Purga (Premio a la Mejor Novela Europea 2010) delata el rastro inconfundible del éxito, y un cierto cansancio por la obligada vorágine publicitaria.
Cuando habla con RTVE.es, Oksanen ya ha contestado pacientemente a más de once entrevistas, y apenas hay un instante libre para probar un bocado (la escritora nos recibe mientras come).
Así es Sofi Oksanen: impactante maquillaje blanco, ropa negra, larguísimas rastas de colores y una mirada translúcida. La escritora, en contraste con su aspecto aparentemente frágil, aprieta con inusitada fuerza la mano de la entrevistadora a modo de saludo, y va directa al grano, como su novela.
Una espiral de violencia
"Purga" significa limpieza en finlandés. Pero la simple palabra cotidiana puede esconder una realidad terrible. Según las investigaciones de la escritora, muchas personas sometidas a torturas tienen la necesidad de lavarse continuamente, es la purga, la limpieza del horror. Purga (Narrativa Salamandra) intenta sacar a flote esa barbarie encarnada en el totalitarismo soviético.
“La voz de los testigos mudos de la barbarie“
En el relato, lo cotidiano también esconde secretos terribles que nunca “serán pronunciados en voz alta”. La novelista rememora cómo en las deportaciones estalinistas, en las familias nunca se hablaba sobre el tema, por eso, “lo que se tapa”-explica- es usado también por los tiranos como una forma de chantaje.
Mecanismos del engranaje de la barbarie, como la separación de las familias en los campos de concentración de Siberia. “Las familias quedaban destruidas, porque un hombre solo es más vulnerable, y así ejercían el poder sobre el individuo”, añade Oksanen.
Las historias detrás de 'Purga'
Con un lenguaje directo, no exento de crudeza, y una estructura narrativa vertiginosa que salta en el tiempo sin cesar, la novelista enfila el corazón de una historia protagonizada por mujeres víctimas de la violencia extrema.
Sus protagonistas son Aliide True, una anciana estonia que esconde terribles secretos, otra vez el silencio como leit motiv, y Zara una joven víctima de los abusos de una red de trata de blancas. Dos mujeres que verán entrecruzados sus destinos con la violencia como una atmosfera inquietante que todo lo llena.
“La historia se desarrolla a un ritmo trepidante“
Sofi Oksanen relata como el “germen” del libro creció en algunas de las historias que escuchó cuando era niña de su familia en Estonia (su madre nació en este país).
“Una mujer vivía con su hija menor en una granja en el campo, y un buen día encontraron un hombre herido que huía de la policía soviética. Las mujeres le acogieron y construyeron un zulo para esconderle. Un vecino las delató y los agentes llegaron a la granja. Se llevaron a la hija para interrogarle. Cuando regresó al día siguiente nunca más volvió a pronunciar palabra”, ha contado la escritora.
A partir de ese momento, la novelista buceó en la trastienda de estas historias que se susurraban casi como leyendas. Tras la ocupación soviética “algunos hombres vivían en pequeños armarios durante años. Otros huyeron al bosque como guerrilleros” - confiesa- “yo quería aprender sobre la vida detrás de estas leyendas. Y este fue el punto de partida de Purga”.
Es la voz de los testigos mudos del horror, que la autora traslada a la actualidad, en referencia a la situación de los países árabes dónde “no conocemos el alcance de las dictaduras, hasta que se derrumban”, aclara.
La joven novelista, que ha cosechado con su último libro los premios más prestigiosos de su país, trabaja actualmente en otro relato que tendrá, de nuevo, como telón de fondo Estonia.
Segura de sí misma y directa, Oksanen termina su almuerzo, se recuesta en el sillón y ya relajada reflexiona, “a pesar de todo, siempre en situaciones extremas, el ser humano es capaz de hacer valer su instinto de supervivencia”, concluye.