Así funcionan los sensores que alertan de tsunamis en el Pacífico
- El terremoto de Japón ha activado las alertas en todo el Pacífico
- El sistema consiste en una serie de sensores de presión
- Cuando una gran masa de agua pasa sobre ellos, una boya recoge los datos
Tras el terremoto de 8,9 grados localizado en Japón, se activaron en diversas zonas del Pacífico los sensores que alertan de la localización de posibles tsunamis.
Un tsunami de 10 metros ya ha arrasado la costa de Sendai, en el noreste de Japón, después del terremoto y todo el Pacífico está en alerta ante la llegada de posibles maremotos.
Un tsunami o maremoto es el desplazamiento de una gran masa de agua de mares u océanos generalmente como consecuencia de movimientos de tierra como los causados por terremotos cuyo epicentro está localizado cerca de la costa o bajo el mar.
A diferencia de las olas, que se producen principalmente en la superficie, el tsunami implica el desplazamiento de toda una columna vertical de agua, desde la base hasta la superficie.
El agua desplazada puede llegar a moverse a velocidades de hasta mil kilómetros por hora y recorrer cientos o miles de kilómetros desde el punto donde se originó.
Aunque en mar abierto este desplazamiento puede presentarse como una más o menos apreciable elevación del nivel del mar, cuando se aproxima a la costa ¿y el lecho marino comienza a elevarse- el alzamiento de esa columna de agua es lo que provoca el desastre: olas que pueden alcanzar varios metros de altura y golpear con gran virulencia la línea de costa dependiendo de la cantidad de agua desplazada y de su velocidad.
El sistema de detección de tsunamis del Pacífico, operado por la agencia NOAA de EE UU, (el Pacific Tsunami Warning Center, PTWC) consiste en una serie de sensores de presión situados en el lecho marino, denominados DART Mooring System.
“Cuando una masa de agua inhabitual pasa sobre los sensores se activa la señal de aviso“
Cuando la masa de agua en movimiento pasa sobre los sensores éstos registran una presión mayor de lo habitual. Esto activa la señal de aviso que es recibida por una boya cercana en la superficie.
La boya, además del aviso del sensor, recoge otros datos referentes a su posición GPS, presión barométrica, velocidad y dirección del viento, temperatura del aire y humedad relativa, conductividad y temperatura del agua.
Todos estos datos son enviados vía satélite al centro de vigilancia desde donde se notifica la alerta al International Tsunami Information Centre (ITIC) coordinado por las Naciones Unidas.
Además del centro de vigilancia del Pacífico, el ITIC está formado por agencias encargadas de vigilar el Océano Índico, el Atlántico Noreste y Mediterráneo y el Mar del Caribe y regiones cercanas.
Tanto los sensores situados bajo el mar como las boyas utilizadas normalmente para medir las mareas pueden anticipar la llegada de un tsunami con cierta antelación.
Dependiendo de la distancia a la que se produzca o se detecte la llegada del tsunami el tiempo disponible desde que se recibe el aviso hasta que la masa de agua alcanza la costa puede ser de entre varios minutos a varias horas.
En la web del National Data Buoy Center se puede ver la disposición de los sensores y acceder a las mediciones realizadas en las últimas horas.
La mayoría de éstos sensores del Pacífico están situados en el denominado Cinturón de Fuego del Pacífico, una zona done confluyen varias placas oceánicas en colisión que casi continuamente producen terremotos de mayor o menor intensidad.
“En el futuro se baraja la posibilidad de crear una gran red de cables“
Recientemente investigadores de la agencia NOAA, propusieron el uso de cables de datos submarinos para crear una gran red capaz de detectar posibles tsunamis.
En teoría podrían localizarse debido a que el campo magnético que produce el desplazamiento de agua salada sobre el fondo del mar causa pequeñas variaciones -a modo de interferencia- en el voltaje de los cables utilizados para el tráfico de Internet.