París y Londres refuerzan su posición común para aumentar los bombardeos en Libia
- Nicolás Sarkozy y David Cameron cenaron el miércoles en París
- Reino Unido enviará 1.000 equipos de protección personal
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La cena que el miércoles compartieron el presidente francés, Nicolás Sarkozy, y el primer ministro británico, David Cameron, ha consolidado la posición franco-británica en favor de aumentar los bombardeos aéreos contra las fuerzas de Muamar al Gadafi, entre signos de división de la coalición internacional que apoya los ataques.
Según informa el corresponsal de TVE en París, David Picazo, ambos mandatarios se pusieron de acuerdo en pedir "mayor esfuerzo militar para derrotar a Gadafi, porque en Trípoli no están dispuestos a ceder en sus ataques contra la población civil". "Temen que el conflicto se pueda alargar, por eso piden a los países OTAN todos los medios disponibles y mayor implicación militar", añade.
Una una fuente anónima del Elíseo, citada por Reuters, subrayó que Francia no considera necesario armar a los rebeldes aunque no se opone a que otros lo hagan.
"No parece necesario hoy porque el Consejo Nacional de Transición (CNT) no está teniendo problemas en encontrar las armas que necesitan y amigos que les enseñen a usarlas", afirmó dicha fuente. Tampoco la parte británica, añadió, va a facilitar armas de momento.
El Reino Unido anunció el miércoles que enviará 1.000 equipos de protección personal, que se añaden a los 100 teléfonos vía satélite que ya ha hecho llegar a la zona rebelde.
La reunión se produjo el mismo día en que el llamado Grupo de Contacto, que agrupa a los países y organizaciones que apoyan la intervención para hacer cumplir la resolución 1973 de la ONU, se reunía por primera vez, en Catar.