Las elecciones en Baleares, marcadas más por la crisis económica que por la corrupción política
- Los casos de corrupción parecen haberse olvidado para todas las formaciones
- Un renovado PP aspira a gobernar las Illes Balears con mayoría absoluta
- El PSOE espera de conseguir una nueva coalición de gobierno 'progresista'
- Las claves: la desaparición de UM y los resultados en Ibiza y Formentera
- Los candidatos de las Illes Balears al Parlamento autonómico
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Una incógnita. Así se ven los comicios en las Illes Balears, elecciones marcadas por la crisis económica y la corrupción, que ha afectado en mayor o menor medida a casi todas las formaciones políticas. Pero parece que este aspecto es el que menos preocupa al electorado.
En el archipiélago, la ley electoral y la fragmentación del voto provoca que el nombre del próximo presidente -Francesc Antich (PSOE) o José Manuel Bauzá (PP)- se pueda decidir por solo uno o dos escaños. Pero el panorama político ha sufrido grandes transformaciones y nadie sabe cómo responderá el electorado.
La más importante es la desaparición del partido que ha sido tradicionalmente la llave de gobierno, Uniò Mallorquina (UM), plagado de casos de corrupción: todos los miembros de la junta directiva de UM en 2007 están ahora imputados en presuntos casos de corrupción salvo dos personas (una que ya está en prisión -Tomeu Vicens- y otra que ha fallecido).
Parte de los miembros de esta formación decidieron en marzo iniciar un nuevo proyecto político, "de centro y nacionalista", que pretende "romper clara y profundamente" con el pasado: Convergència per les Illes Balears (CxI). Su actual ejecutiva está formada en su mayoría por gente sin pasado político activo y con un perfil muy técnico. Las encuestas le dan a CxI un escaño, tal vez el que necesiten PSOE o PP para gobernar.
El PP, el más votado
Los 'populares', que siempre han sido la formación más votada, han hecho una profunda renovación empezando por su candidato. José Manuel Bauzá sustituye a Jaume Matas, imputado por corrupción en el caso Palma Arena, que está siendo investigado en piezas separadas.
Otros, como la Operación Espada, el caso De Santos o la Operación Scala, también han salpicado a más de una veintena de políticos del PP. Pero en sus listas, ni un solo imputado.
La renovación, la crisis económica y, sobre todo, el voto de castigo a la gestión de José Luis Rodríguez Zapatero, dan como ganador al PP. Según la última encuesta del CIS indica que el PP recuperaría la mayoría absoluta en Baleares, donde lograría una horquilla entre 32 y 33 diputados en el Parlamento balear, frente a los 29 que logró en 2007.
El PSOE se movería en una horquilla entre 22 y 23 diputados (22 en 2007) y PSM-IU obtendría tres diputados, dos menos que en las anteriores autonómicas.
EU lograría un diputado mientras CxL no obtendría representación parlamentaria. Estos datos situarían al candidato 'popular', José Ramón Bauzá, como nuevo presidente autonómico, impidiendo que el socialista Francesc Antich repitiera mandato.
Una encuesta realizada por Sigma Dos para El Mundo publicada en el mes de abril, ya vaticinaba una holgada mayoría absoluta del PP, que conseguiría entre 35 y 37 escaños.
Y eso a pesar de la escisión que ha vivido el partido con la marcha de uno de sus históricos. Jaume Font, senador durante seis años y consejero de Matas entre 2003 y 2007, dejó el PP y fundó la Lliga Regionalista Balear, que aspira a tener un diputado y a intentar ser la llave de la gobernabilidad.
Voto de castigo a Zapatero
Los socialistas, según fuentes del partido ahora en el poder, ven en el voto de castigo a Zapatero como su mayor problema. En el transfondo, la crisis económica, que ha azotado también a una de las comunidades autónomas más ricas de España, cuyo PIB se contrajo un 3,9% en 2009 y un 0,3% en 2010.
Además, Francesc Antich es uno de los presidentes menos valorados por sus propios ciudadanos (5,10 en una escala del uno al diez), solo por delante del de Asturias, Vicente Álvarez Areces, según un sondeo de Sigma Dos para El Mundo, que le da al PSOE entre 19 y 21 escaños.
Y todo eso, a pesar de los casos de corrupción en otras formaciones, como PP y UM. Por estos últimos escándalos se vio obligado a romper su pacto de gobierno con Uniò Mallorquina en todas las instituciones en las que gobernaban juntos.
Turismo, la clave económica balear
Baleares ha visto cómo la crisis ha golpeado a todos sus sectores productivos. También al turismo, su sector clave. Solo la hostelería supone el 19,7% del PIB y en ella trabajan de forma directa 62.000 personas.
La ocupación de la oferta turística ha caído desde el 73,33% de 2007 al 65,92% en 2009, según datos del Instituto de Estadística de Baleares. Para este año, la previsión es favorable: se espera la llegada de un 6% más de visitantes que en 2010 (hasta octubre).
El sector reclama con fuerza desde hace años la rebaja del IVA del 8% al 4%, algo que el PP se ha apresurado a prometer "si Rajoy llega al poder" en 2012. Creen que así la oferta será más atractiva, se aumentará la ocupación y se creará empleo.
Además, Illes Balears se sitúa en la cabeza de CC.AA. con más paro, con una tasa del 25,36% según la última EPA, cuatro puntos por encima del 21,29% de la media nacional.
La clave, en los pequeños partidos y en Formentera
Además de todo lo apuntado, no hay que olvidar los escaños en juego en Ibiza (12) y Formentera (1). Este último es uno de los más disputados: desde 2003 pertenece a una coalición liderada por el PP, pero todo está en un puñado de votos.
En Ibiza, mientras, habrá que estar atentos al comportamiento de Eivissa per el Canvi (ExC), que en esta ocasión se presenta en solitario. En 2007 lo hicieron en coalición en el PSOE y lograron seis escaños.
Y tampoco se puede dejar al margen a los bloques de partidos que lidera el PSM tanto en Mallorca como en Menorca. Entre las dos islas alcanzaron cinco escaños que siempre se han sumado al PSOE para alcanzar gobiernos 'progresistas'.
Según los expertos en los procesos electorales de esta comunidad, no sería nada atrevido señalar que quien gane en Ibiza y Formentera será quien gobierne en Baleares: o el PP de Bauzá o el PSOE de Antich, ayudados (o no) por otras formaciones políticas.
Así es la compleja situación de las Illes Balears, donde también se eligen los Consejos Insulares de Mallorca, Ibiza, Menora y Formentera, instituciones claves para el gobierno de cada isla porque cuentan con numerosas competencias en diferentes ámbitos, como el urbanismo, el transporte, las carreteras o la cultura.