Los ingleses visten mejor que las inglesas
- La boda real inglesa ha sido todo un escenario de moda
- Saris, chaqués, uniformes militares, sedas, rasos, y mucho pastel
A las 9, 30 de la mañana, hora española, aparecieron los primeros invitados; con ellos las primeras condecoraciones y los primeros sombreros. En la Abadía de Westminster se ha visto de todo, confirmando que se lleva todo.
Por este edificio casi milenario ha habido saris, chaqués, uniformes militares, sedas, rasos, estampados y mucho color pastel. Nadie se ha salido de tono, para eso hay otros foros.
La mayoría de los hombres se ha decantado por el tail suit ; de paso, han reforzado esa verdad universal no escrita que dice que los ingleses visten mejor que las inglesas. El príncipe de Gales y sus hijos han lucido uniformes del Ejército, cada uno con su simbología. El del novio, color escarlata, es el de la Guardia Irlandesa del Ejército británico. El complemento del día: las condecoraciones. Cuantas más, mejor, claro.
Las mujeres optan por dos siluetas
Las mujeres han optado por dos siluetas: abrigo + vestido o vestido + americana. El primer caso para mayores de 45 y el otro para los cachorros de la aristocracia. También las damas han reconfirmado otra verdad: que aquí se usan los tocados y los sombreros como en otros sitios los jeans . Samantha Cameron, la mujer del Primer Ministro David Cameron, ha sido una de las pocas que han preferido un aplique.
El resto, incluida la princesa Letizia se ha cubierto la cabeza. La Princesa de Asturias es otra de las protagonistas del día; ha elegido look retro color rosa palo, a medio camino entre el romanticismo prerafaelita y el inefable aire Jackie Onassis. Iba vestida de su talismán Felipe Varela, tocada por Pablo y Mayaya y calzada por Magrit. La Reina, vestida de sí misma, llevaba tocado y un diseño de dos piezas de seda color azul de Margarita Nuez, su modista de confianza.
¿Grandes nombres de la moda? Faltan por desvelarse algunos. Sabemos que Chelsy Davy, ex del Príncipe Harry llevaba un vestido de Alberta Ferreti y la princesa Beatriz uno de Valentino; Miriam González, la mujer de Nick Clegg, ha vestido del español Miguel Palacio y los royals ingleses han apostado, en su mayoría, por Anne Valentine o Catherine Walker. Todo queda en casa.
Mucho azul cielo, rosa palo y nude
La paleta de la boda ha resultado algo desvaída: mucho azul hielo, nácar, gris perla, celeste, rosa palo y nude. Algunas de las que han elegido esta gama son la duquesa de Cornualles (con Jimmy Choos), la princesa Máxima, esposa del heredero al trono de Holanda con tocado de jequesa espectacular y también apostando por encaje. De esta paleta se han desmarcado la princesa Beatriz, de azul y estampado, para mal, y Victoria de Suecia, vestida en coral, para bien.
En las antípodas de esta tendencia soft estaba la otra Victoria, la Beckham. De nuevo a demostrado que no le asusta trabajar bajo presión. Ha lucido embarazo con un vestido azul oscuro casi negro de diseño propio. También lo era su equilibrista tocado. Sus zapatos, de altura infinita, los ha firmado, cómo no, Louboutin. Aparece en todas las listas de mejor vestidas.
La otra protagonista de la boda, en términos fashionistas ha sido la pequeña Middleton. Vestida también de blanco también por McQueen y calzada por el zapatero prodigioso Louboutin parecía otra novia, más moderna y casi de boda en Los Hamptons. Pippa está ya en la retina del mundo. Y por encima de todos, la Reina Isabel, con abrigo, sombrero y vestido de Angela Kelly de color amarillo, que para eso es la soberana.
*Anabel Vázquez es editora del blog de moda y tendencias Radar en Vanity Fair