Spotify se mete en los iPod ampliando su servicio de venta de música en MP3
- Permite descargar canciones en los iPod Classic, Nano y Shuffle
- Los usuarios de iPhone y Android ya no tienen que pagar una cuota
Spotify, considerado por muchos como "la última esperanza" para competir contra el dominio de Apple en el mundo de la música on-line, ha anunciando algunas novedades en su servicio que suponen un importante avance en las opciones que sus clientes tienen para oír música permitiendo la descarga de canciones en los dispositivos de Apple.
Hasta ahora se asociaba Spotify con streaming (escuchar música a través de la conexión a Internet) y la tienda iTunes de Apple con descargas (canciones en ficheros MP3 que se podían transferir a los iPod).
Pero el panorama ha cambiado: ahora Spotify ofrece también esa opción de descarga a través de la venta de canciones sueltas y en listas de reproducción. Al mismo tiempo ha mejorado algunas de las condiciones de sus servicios premium que no habían gustado mucho a algunos usuarios.
“La idea de Spotify es centrarse en el concepto 'lista de reproducción'“
La idea de Spotify es centrarse en el concepto 'lista de reproducción': una lista de canciones creada por el usuario con canciones sueltas, álbumes, temas de un mismo autor o estilo o incluso recopilaciones hechas por los amigos.
Hasta hace poco se podían escuchar gratis y con cuñas publicitarias a través de la aplicación Spotify en el ordenador o el móvil; más recientemente quedaron solo al alcance de los usuarios premium que pagan entre 5 y 10 euros al mes por la versión avanzada del servicio.
A partir de ahora, las listas de reproducción también se pueden comprar -a un precio por canción bastante competitivo- para llevar en el iPod, además de en los teléfonos móviles iPhone y Android, como ya podían hacer los usuarios premium.
Los precios varían entre 1 euro la canción, para un paquete de diez canciones, y 0,60 euros para cien. El formato de descarga es un MP3 de entre 256 y 320 Kbps de calidad: no es la opción de máxima calidad, pero es más que suficiente para la mayor parte de los reproductores.
En la información la empresa no ha especificado si esos ficheros están protegidos por DRM (sistema de protección de derechos de autor) o si se pueden transferir a otros programas o sistemas.
A esos archivos se puede acceder desde la aplicación Spotify de los iPod/iPhone modernos y teléfonos Android -donde ya no habría que pagar por el servicio premium si se compran las canciones- o bien desde los iPod Classic, Nano y Shuffle de Apple, que son mucho más limitados y no tienen conexión a Internet.
Estos gadgets normalmente se gestionan con iTunes, el software de Apple, pero Spotify ha ideado un sistema que permite añadir canciones directamente desde su aplicación de escritorio, donde aparecen en un icono llamado "Dispositivo" tras conectarlos con el cable USB.
De este modo se pueden añadir canciones y listas que luego aparecen como el resto de la música que ya está en los iPod. Quien quiera convertir a Spotify en el controlador de la música de su reproductor sólo tiene que pagar por las canciones antes de volcarlas en él.
Ampliación del catálogo
El catálogo a la venta también se ha ampliado, según los responsables de Spotify: hasta ahora tenían más o menos un 50% de canciones a la venta de sus más de 10 millones; ahora podrían ser más, además que confían en que la flexibilidad empaquetamiento en forma de listas haga más atractivo los precios para los usuarios.
En su catálogo hay música española, tanto actual como de grandes éxitos del pasado, dado que el la compañía Sueca lleva tiempo explorando los mercados en diversos países europeos antes de saltar a Estados Unidos.
“Habrá que ver cuál es la reacción de Apple ante este movimiento de Spotify“
No está claro todavía cuál será la reacción de Apple ante este movimiento de Spotify, pues la compañía de California suele ser muy recelosa ante el hecho de que el software de otros fabricantes interfiera con las aplicaciones principales de sus gadgets, en este caso el archivo y reproductor de música, pero a buen seguro que no le hará mucha gracia ver cómo sus usuarios compran las canciones en otra tienda que no es la suya.
La guerra sigue abierta, y bien podría proseguir con un contraataque de Apple