Teléfonos imaginarios para contestar llamadas con la palma de la mano
- Se pueden contestar llamadas o rechazarlas sin tocar físicamente el teléfono
- Es necesario conocer dónde están ubicados los botones
- Una microcámara detecta el movimiento y manda la orden al dispositivo móvil
Muchas veces un teléfono suena cuando no se pude coger, como por ejemplo cuando se friega. Las manos están llenas de agua y jabón y no da tiempo a responder la llamada. En otras ocasiones el teléfono suena y suena, pero no aparece, porque está debajo de uno de los cojines del sofá.
Hasta ahora, casi todas esas llamadas se perdían porque no se llegaba a tiempo para contestarlas. Sin embargo, un equipo de investigadores ha desarrollado una tecnología que permite controlar el teléfono desde la palma de la mano. Y no hace falta tenerlo físicamente delante. Es un teléfono invisible. Aunque por ahora es un prototipo.
Solo se necesita conocer dónde están los botones para rechazar la llamada. Para desviarla al buzón de voz. O cogerlo y activar el altavoz para poder responder.
El trabajo, liderado por Sean Gustafson y sus colegas del Instituto Hasso Plattner de la Universidad de Potsdam (Alemania), pretende cubrir el vacío que existe en el mercado de teléfonos y mandos de la tele: aplicaciones remotas e invisibles para controlar los dispositivos electrónicos a distancia.
Para que funcione, señala Gustafson, es necesario que la gente conozca con precisión dónde están los botones en su teléfono físico y una tecnología que detecte dónde se pulsa para enviar los comandos apropiados al dispositivo móvil.
Del iPhone al iPalm
Para averiguar si los usuarios de un smartphone conocían dónde estaban los botones del teléfono, los investigadores, según recoge NewScientist ,reclutaron a 12 propietarios de un iPhone.
"El 68% de estas personas podían localizar la mayoría de sus aplicaciones en la palma de su mano. Y esto significa que el uso del iPhone prepara a los usuarios, sin que se den cuenta, para poder hacerlo en una versión imaginaria: un teléfono invisible", señala Patrick Baudisch, uno de los responsables del trabajo.
“El 68% de los usuarios podían localizar la mayoría de las aplicaciones del iPhone en la palma de su mano“
Tras darse cuenta de que los usuarios sabían "dónde tenían que pulsar", los investigadores emplearon 'cámaras de profundidad' -similares a los sistemas de movimiento de algunos videojuegos- para detectar cualquier movimiento sobre la palma de la mano y enviar la orden al teléfono móvil.
Durante sus pruebas, la cámara de profundidad era muy aparatosa. Pero para que nadie la perciba, "puede ser tan pequeña que se integre en prendas de vestir, como el botón de una camisa, un broche o un colgante. Así nadie se dará cuenta que alguien lleva un teléfono imaginario", explica Baudisch.
En un prinicipio, aventuran, "se usarán como un acceso directo para no tener que sacar el teléfono del bolsillo. Pero cuando adquieran más experiencia, llegará un punto en que dejen el aparato en casa y solo usen los imaginarios".