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CaixaForum reconstruye la revolución del arte y la arquitectura de la Rusia bolchevique

  • La muestra está abierta del 25 de mayo al 18 de septiembre
  • Está organizada en colaboración con la Royal Academy of Arts de Londres

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Exposición "Construir la Revolución. Arte y Arquitectura en Rusia 1915-1935"

Fábricas e instalaciones industriales como la nueva central eléctrica de Moscú (MOGES), casas-comuna como la colonia obrera de Traktornaya ulitsa en San Petersburgo, complejos gubernamentales como el edificio de la Tsentrosoyuz, clubes de trabajadores, clubs deportivos o el Mausoleo de Lenin. Son todos edificios de formas geométricas puras que tradujeron a la arquitectura y el arte entre 1915 y 1935 el nuevo Estado soviético surgido de la Revolución Rusa y que ahora reconstruye CaixaForum Madrid en una interesante exposición.

"Construir la Revolución. Arte y arquitectura en Rusia, 1915-1935" se podrá ver del 25 de mayo al 18 de septiembre en CaixaForum Madrid, antes de viajar de octubre a enero de 2012 a la Royal Academy of Arts de Londres, con cuya colaboración está organizada la muestra, además de la de la Colección Costakis del SMCA de Tesalónica. La exposición se incluye también dentro de los actos del Año Dual 2011 de Rusia en España y en PhotoEspaña 2011.

La muestra recoge alrededor de 230 obras entre maquetas, pinturas y dibujos y fotografías y en ella pueden verse los trabajos que desarrollaron artistas del movimiento constructivista como como Liubov Popova, Alexandr Ródchenko, y arquitectos rusos, como Konstantín Mélnikov, Moisei Guínzburg, Alexandr Vesnín, y otros europeos, como Le Corbusier y Mendelsohn.

La exposición, inaugurada este martes por los representantes de las entidades organizadoras, se presenta como la "revisión más completa realizada jamás" sobre el arte y la arquitectura de vanguardia rusa, que supuso una importante innovación en el campo de las artes. Su idea de funcionalidad y eficacia arquitectónica fue un modelo para los aquitectos del movimiento moderno e, incluso hoy, puede ser referente para los creadores actuales.

De la Revolución de Octubre a la URSS estalinista

La exhibición se centra en el periodo comprendido entre 1915 y 1932, desde el inicio de la Revolución de Octubre a la URSS estalinista, en la que con la institucionalización del realismo socialista como tendencia oficial del nuevo régimen, los artistas revolucionarios empezaron a considerarse como "indeseables" y sus obras se enviaron a provincias.

Los inicios del periodo se ilustran con una colección de fotografías de los años 20 y 30 del Museo Estatal de Arquitectura Schúsev de Moscú, que ilustran los proyectos de artistas visuales del movimiento constructivista, como Liubov Popova, Alexandr Ródchenko, Vladímir Tatlin, Varvara Stepánova, Kazimir Malévich, El Lisitski y Gustav Klutsis, y arquitectos encargados de crear una nueva sociedad sobre la base de las ideas socialistas, como Konstantín Mélnikov, Moisei Guínzburg, Valdimir Tatlin, Iliá Gólosov y Leonid Aleksandr Vesnín, entre otros. También tuvieron algunas intervenciones el francés Le Corbusier y el alemán Erich Mendelsohn.

En CaixaForum pueden verse algunos de estos trabajos arquitectónicos en forma de maquetas a gran escala: dos de los trabajos más importantes de Mélkinov, el club de trabajadores de Rusakov y la casa de Mélkinov, ambos situados en Moscú; y la conocida como Torre Tatlin, el Monumento a la Tercera Internacional, que nunca llegó a construirse.

La muestra también recoge dibujos, maquetas y pinturas de la Colección Costakis del Museo Estatal de Arte Contemporáneo de Tesalónica, que fueron recuperadas en una época en la que la arquitectura de vanguardia fue proscrita en la URSS y que se salvaron de la desaparición y constituyen un documento único.

Por último, la exposición se preocupa por el qué ha quedado de la arquitectura soviética a través de una colección de imágenes del fotógrafo británico Richard Pare, quien entre 1992 y 2010 llevó a cabo un exhaustivo trabajo de documentación de los edificios más significativos del primer periodo revolucionario, tal y como se encontraban casi un siglo después.

La arquitectura de la Revolución

El nuevo Estado constituido tras la Revolución de 1917 necesitaba un nuevo tipo de edificios, casas-comuna, clubes de trabajadores y deportivos para el proletariado, fábricas y centrales eléctricas para acometer los ambiciosos planes de industrialización y centros de operaciones para la difusión de propaganda.

Los arquitecos buscaban un nuevo lenguaje radical y definir un estilo arquirectónico que no estuviera sometido a los dictados imperiales y burgueses del pasado. Así, introdujeron formas geométricas puras sostenidas por pilares sin ornamentación, con ventanas horizonatales continuas y cubiertas planas, edificios puramente funcionales.

La exposición se organiza por tipología de edificios y empieza con un apartado dedicado a los edificios gubernamentales y de comunicaciones, entre los que pueden verse el edificio del Gosprom, de Járkov (Ucrania), o el edificio de Tsentrosoyuz de Moscú, que construyó el francés Le Corbusier por concurso y que se convirtió en la sede de la Unión Central de Cooperativas de Consumo. También se incluyen en esta sección el Palacio de la Imprenta de Bakú, la torre de radiodifusión Shábolovka, de Vladímir Shújov, o el proyecto de la Torre Tatlin, el Monumento a la Tercera Internacional de Vladímir Tatlin (1919), que no llegó a erigirse.

Otro apartado está dedicado a la industria, con el proyecto para la fábrica textil de San Petesburgo presentado por Eirch Mendelsohn, o la presa y central hidroeléctrica DneproGES en Ucrania; otro se refiere a las viviendas, como la colonia obrera de Traktornaya ulitsa en San Petersburgo, la comuna de estudiantes del Instituto Textil de Moscú, la comuna de viviendas de Moisei Guínzburg y el complejo residencial para oficiales de la Checa (futura KGB) en Ekaterimbrugo; y otro está dedicado a instalaciones educativas, de salud y ocio, como la escuela de Tkachey ulitsa en San Petersburgo y los clubes deportivos Dinamo, como el de Kiev.

La exposición de CaixaForum también dedica un apartado especial al Mausoleo de Lenin en la Plaza Roja de Moscú y abunda en los tres proyectos sucesivos que se desarrollaron entre 1924 y 1930 por el arquitecto Alexéi Schúsev. La primera versión, construida con prisas tras la muerte de Lenin en enero de 1924, consistía en tres cajas de madera y en la central se situaba la cámara mortuaria; en agosto se hizo una versión más elaborada inspirada en la Tumba de Mausolo en Halicarnaso. Al popularizarse el culto a Lenin, en 1929 se hizo una estructura permanente, revestida de granito de color rojo oscuro, mármol, pórfido y labradorita y con formas geométricas entrelazadas. En 1953 se añadió el cuerpo de Yósif Stalin, pero fue retirado en 1961 por orden de Nikita Jruschev.