El vicepresidente y dos magistrados del Constitucional renuncian por su no renovación
- El mandato de Eugeni Gay, Elisa Pérez y Javier Delgado expiró en noviembre
- Es la primera vez en la historia que se produce una dimisión en el TC
- Para que sea efectiva, la renuncia tiene que ser aceptada por el presidente
- Gay dice que ha tenido la "sensación de estar en un tribunal secuestrado"
- Consulta en pdf las cartas de Eugeni Gay, Delgado y Pérez Vera
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El vicepresidente del Tribunal Constitucional, Eugeni Gay, y los dos magistrados Elisa Pérez Vera y Javier Delgado han presentado su renuncia. Es la primera vez en la historia de este órgano judicial que ocurre algo similar.
Los tres miembros del Constitucional han registrado un escrito cada uno en el que explican que renuncian en señal de protesta por su no renovación por parte del Congreso de los Diputados. Su mandato de nueve años expiró en noviembre de 2010.
El más duro ha sido Eugeni Gay, que en una carta de cinco folios, asegura que en ocasiones a tenido la "sensación de formar parte de un Tribunal secuestrado".
Por su parte, el conservador Javier Delgado, en su misiva, mucho más breve y fechada el 13 de junio, señala que ha transcurrido "ya muy sobradamente" el periodo de nuevos años para el que fue nombrado y añade que "una vez más" tiene que "destacar que las cosas salen mejor cuendo se cumple la Constitución y salen peor cuando no se cumple".
La progresista Elisa Pérez Vera asegura que su decisión ha sido "muy meditada" y señala que la Constitución fija unas "características específicas" para el Tribunal Constitucional "que no pueden alterarse sin desvirtuar la voluntad del poder constituyente".
Eugeni Gay, Javier Delgado y Elisa Pérez Vera tenían que haber sido sustituidos el pasado 8 de noviembre, por lo que llevan más de siete meses en funciones.
El presidente del Constitucional, Pascual Sala, tiene que decidir ahora si acepta o no la dimisión de los tres magistrados para hacerla efectiva. Si la acepta, el Constitucional se quedaría con solo ocho de los doce miembros que tienen el órgano, el mínimo legal necesario para que el tribunal pueda seguir funcionando.
La cuarta vacante es la de Roberto García Calvo, sin cubrir desde su fallecimiento en el año 2008.
Sala se pronunciará "a la mayor brevedad"
El presidente del Tribunal Constitucional, Pascual Sala, se pronunciará "a la mayor brevedad" sobre si acepta o no la renuncia como magistrados de este órgano de Eugeni Gay, Javier Delgado y Elisa Pérez Vera.
Así lo ha informado el tribunal en una nota de su presidencia en la que explica que los tres magistrados, designados por el Congreso, habían anunciado en el pleno celebrado el pasado día 7 su intención de renunciar "por haber sobrepasado en más de seis meses el mandato de renovación prevenido en la Constitución".
Los escritos en los que se formalizaba la renuncia se presentaron entre el pasado viernes y este lunes, añade la nota del Constitucional.
El artículo 23 de la Ley Orgánica del tribunal (LOTC) establece como causas de cese de los magistrados, entre otras, la "renuncia aceptada por el presidente del tribunal" y la "expiración del plazo de su nombramiento".
También dice que "el cese o la vacante en el cargo de Magistrado del Tribunal Constitucional, en los casos primero y segundo, así como en el de fallecimiento, se decretará por el presidente".
Por ello, en la nota se dice que "estando contemplada la renuncia como primera causa de cese de los magistrados de este tribunal y siendo el motivo aducido constitutivo también de causa de cese, esta Presidencia (...) se pronunciará a la mayor brevedad sobre la renuncia formulada previa evaluación de las condiciones que aseguren el más completo y correcto funcionamiento del tribunal".
Delgado votó contra la legalidad de Bildu
Delgado fue uno de los cinco magistrados del Tribunal Constitucional que emitieron votos particulares para oponerse a la presencia de Bildu en las elecciones municipales y autonómicas del pasado 22 de noviembre.
Eugeni Gay y Elisa Pérez Vera, por su parte, formaban parte del grupo de seis magistrado que levantó el veto del Supremo a Bildu al entender que no estaba demostrado suficientemente que la coalición electoral fuera un instrumento de ETA/Batasuna.