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Superlópez se mete a político en su nueva aventura, 'Elecciones en Kaxim'

  • Jan se ha basado "En los últimos 30 años de vida política"
  • El dibujante se declara "pesimista" respecto a las ventas de cómic

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Viñetas de 'Elecciones en Kaxim', de Jan
Viñetas de 'Elecciones en Kaxim', de Jan

Se había enfrentado a múltiples villanos y otras terribles amenazas, pero Superlópez tendrá que sudar tinta para salir airoso de su nueva aventura, Elecciones en Kaxim (Ediciones B), donde el héroe creado por "Jan" se verá envuelto en casos de corrupción e intentos de fraude electoral.

"Las historietas de Superlópez van dirigidas a un rango de edad comprendido entre los 12 y los 18 años; solamente he pretendido exponer en qué consisten las llamadas 'elecciones' basándome en los últimos treinta años de historia política de este país", explica Juan López "Jan" (León, 1939).

El personaje nunca se privó de expresar sus opiniones, pero ahora se ha metido en política con todas las de la ley. "Es un tema más, nada especial. Nunca he definido las ideas de Superlópez, pues enseguida me las atribuirían a mí", afirma el padre de la criatura.

"Todas mis historias las saco de las noticias o la calle"

"Los lectores presuponen cómo soy yo en base a lo que leen en mis historietas. Por ejemplo: hago el álbum El Supercrack y ya se creen que me gusta el fútbol. Todas las ideas de mis historias las saco del periódico, del telediario o de la calle. Nunca sé sobre qué irá la siguiente", añade.

En esta ocasión Superlópez viaja hasta el planeta Kaxim, donde el PIM (Partido de Ir a Mejor) necesita su ayuda para imponerse en las elecciones a Gran Indicador de Ruta. Para ello habrá que vencer al Sort (grupo reaccionario que quiere volver al antiguo régimen) y el PDEI (Partido del Dejarlo Estar Igual, de talante conservador).

La crítica social se insinúa en cada página del álbum, pero siempre caracterizada por la sutileza y el buen humor. "Aludo con frecuencia a cosas actuales y cercanas a la gente, por ejemplo el tema del tabaquismo o los toros, pero eso no significa que yo tome partido; me gusta que el lector tenga criterio propio", apunta "Jan".

Superlópez ha cumplido 38 años

Dado que la acción transcurre en un entorno ficticio, el dibujante se encontró más libre a la hora de desarrollar su obra. "No se trata de criticar, sino más bien de exponer hechos esperando que el lector tome conciencia, se fije y que, de alguna manera, piense en ello", señala.

"No seré yo quien le diga al lector lo que tiene que pensar sobre ciertas cosas; solamente se lo indico. Localizar la trama en escenarios fantásticos me permite mantener distancia con la realidad. ¡No hace ninguna falta exponerse a los tiros!", exclama.

Aunque ya peina algunas canas, Superlópez se mantiene estupendo, acaba de cumplir 38 años y sigue teniendo una capacidad innata para meterse en líos. Sin embargo, hay un monstruo con el que no contaba el entrañable personaje: la crisis económica.

La crisis también ha afectado a Superlópez

"La supervivencia de la serie no depende de mí, sino de las ventas, y lo cierto es que no van bien. La crisis también me ha dado patadas y ya estoy en números rojos. Mi imaginación no se acaba, pero la continuidad depende de los lectores", asevera.

Referente indiscutible del tebeo nacional, el ilustrador bromea cuando se le define como "maestro del humor". "Eso es solo el nombre de una colección de álbumes. Yo siempre he dicho, y lo mantengo, que no me considero humorista. No domino nada: ni el dibujo, ni el guión, ni el color", asegura.

Al igual que otros muchos autores, "Jan" se declara pesimista respecto al estado de salud del cómic en España. "Tenemos dibujantes que son una maravilla, pero tienen que mantenerse con otros trabajos o dibujando para el exterior, porque aquí no existe una verdadera industria del cómic en la que apoyarse", plantea.

"Puede que el tebeo desaparezca, pero no va a hundirse el mundo por eso. Simplemente no puede competir con los videojuegos, consolas y demás fruslerías. En resumen, tendríamos que reciclarnos y asimilar las nuevas tecnologías del ocio", sentencia.