'Buscavidas', un canto de admiración al flamenco y una loa a la amistad

• Es un cómic de los franceses Christophe Dabitch y Benjamin Flao
• Retratan la amistad de un gitano y un payo francés de origen andaluz

Viñetas de 'Buscavidas', de Christophe Dabitch y Benjamin Flao

“Tuve un amigo gitano al que nada le gustaba no hacía nada de nada lo único que quería era cantar todo el día y lo encontraron un día muerto. Por la madrugada como un perro” (Buscavidas)

Buscavidas (Norma) es un fantástico cómic, visualmente impresionante, que nos cuenta la historia de amistad de un gitano y un payo francés, de familia andaluza cuya vida es el cante.

Parece mentira que se haga un cómic sobre flamenco y sus responsables sean dos franceses, Christophe Dabith y Benjamín Flao, y que, para más INRI, el tebeo esté impreso en Singapur. Esta claro que estamos en la época de la globalización.

La poesía del flamenco en viñetas

Lo cierto es que ambos realizan un excelente trabajo tomado el pulso a la poesía del flamenco en una, por momentos surrealista, historia de amistad.

Ya habíamos disfrutado del trabajo de ambos en La línea de fuga (Norma), un cómic en el que regresaban al París de 1888 para seguir los pasos de un grupo de poetas decadentes, seguidores de Rimbaud, que se reunían para recordarle y seguir su estela literaria.Pero para el protagonista, Adrien, eso no era suficiente, debía encontrar a Rimbaud y pedirle que volviese a escribir, a crear.

En Buscavidas nos cuentan la historia de dos amigos, Manuel, que ha regresado de Francia, y Benito, un gitano. Ambos está obsesionados por el flamenco poniéndolo por encima de todo lo demás, el dinero el amor.. menos de su amistad.

El flamenco que nace del dolor y de la injusticia

Pero aman el flamenco puro, no el flamenco rock ni el que se hace para los turistas, representado en el cómic por un cantaor de éxito en Estados Unidos.

Nuestros protagonistas aman el cante que nace del dolor, de la pobreza y de la injusticia social.

“El cante por soleá dice mucho en una boca... y en otra no dice ná”.

Un dibujante soberbio

El guión de Dabitch es estupendo, pero el que se luce es el dibujante, Benjamín Flao, que consigue transmitir toda la magia y el sentimiento del cante y el baile flamencos. Y os lo dice un lector al que nunca le ha entusiasmado ese arte.

Pero la expresividad del dibujo, el uso de las sombras y de los tonos sepias para reflejar la atmósfera y la luminosidad de los pueblos y los paisajes andaluces, es soberbio, sumergiéndonos en la celebración y, sobre todo, en la tragedia del flamenco.

En el cómic asistimos también a los amores, a veces trágicos, de los protagonistas, y a su lucha por abrirse camino en un mundo que no comprende las raíces del flamenco, de las que ellos han hecho un estilo de vida.

En definitiva, un apasionado canto de admiración al flamenco como arte y a la amistad por encima de todas las cosas, con un dibujo de esos que podríamos estar mirando durante horas sin dejar de asombrarnos.