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Una historia de amor 'dulce' que conquista premios sin parar

  • El cortometraje Dulce ha ganado 25 premios internacionales en cinco meses
  • Dirigido por Iván Ruiz Flores, habla sobre el enamoramiento

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'Dulce', una historia de amor y melancolía
'Dulce', una historia de amor y melancolía

Iván Ruiz Flores deja claro que Dulce, “no va sobre el amor, sino sobre el enamoramiento, que es una fase química que dura muy poco”.

Amor, enamoramiento, ternura, sentimientos y un final sorprendente forman parte de la columna vertebral de esta historia “sencilla y embriagadora”, como la define su director y guionista.

Los ancianos son niños más experimentados

Ingredientes universales que han conquistado a jurados internacionales; en poco más de cinco meses de andadura el cortometraje ha ganado 25 galardones: entre ellos, doce en Italia, dos en Francia, uno en México y cinco en España.

Incluidos dos premios exclusivos para Ruiz Flores como mejor realizador, en el Festival Corto e Cultura de Manfredonia (Italia), y en el Festival Internacional el Sector (España). Aunque paradójicamente no puede optar a los Goya, al no cumplir todos los requisitos “legales” sobre premios en determinados festivales nacionales.

Teaser de 'Dulce'

En cualquier caso, la clave de tanto éxito súbito parece esconderse en la propia cercanía del argumento, que narra la vivencia de amor de dos niños y dos ancianos, en un intercambio de roles con el que es fácil identificarse porque al fin y al cabo, “los ancianos son niños más experimentados”.

Un final arriesgado

“Cuando hicimos el casting buscamos gente que inspirara mucha ternura”, explica el director madrileño. La calidez del amor otoñal y la inocencia del primer enamoramiento está encarnada a la perfección por los actores, Pedro Peña, Fely Manzano, Santiago Díaz, y Miriam Martín, arropados por la hipnótica voz de la actriz Asunción Balaguer, que ejerce de narradora, en esta fábula que juega con la idea del amor eterno.

Habla sobre pequeñas cosas que provocan grandes sentimientos

La historia de Dulce transcurre durante una cena, y comprobamos como cada pequeño detalle está cuidado con mimo casi artesanal. Destaca la fotografía de Carmelo Barberá, en la que predominan los colores cálidos que refuerzan la poesía de su estética de cuento.

Con apenas 15 minutos de duración y un coste de 19.000 euros, el corto fue rodado en octubre de 2010 en un complejo de casas rurales de Salamanca.“Habla sobre pequeñas cosas que pueden provocar grandes sentimientos”, aclara el director, que destaca la importancia del impulso de los premios para sacar adelante trabajos como este. Ruiz Flores está inmerso en la preparación de un largo en digital; una historia de venganza- cuenta- que bien podría representar el reverso tenebroso de Dulce.

El multipremiado corto no elude la tragedia, a pesar de su ternura, con un final arriesgado y melancólico. Quizás porque el amor y la tristeza siempre caminan juntos.