Se buscan alternativas a la Soyuz ante una ISS que puede quedarse vacía
- Sólo hay un tipo de nave disponible para llegar a la ISS
- El primer grupo de astronautas abandonará la estación el 16 de septiembre
- Es imperativo desarrollar alternativas a la Soyuz
Con la retirada definitiva de los transbordadores espaciales de la NASA el pasado mes de julio la Estación Espacial Internacional perdía uno de sus principales medios de acceso, tanto en lo que se refiere a tripulantes como a carga.
Los envíos de carga quedaban de todas formas cubiertos sin demasiados problemas gracias a los cargueros espaciales de la Agencia Espacial Europea, de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial, y a los Progress rusos.
De hecho, el fallo de la Progress M-12M, o Progress 44 para la NASA, del pasado día 25 en si mismo no resulta excesivamente preocupante en cuanto a mantener la Estación convenientemente suministrada, ya que hay provisiones a bordo para que duren al menos hasta el próximo mes de marzo y antes de eso hay previsto el lanzamiento del ATV Edoardo Almaldi.
Pero como ese fallo fue el segundo en otras tantas semanas, la agencia espacial rusa decidió en un primer momento no realizar más lanzamientos de ningún tipo hasta haber determinado el origen de ambos y si están relacionados de alguna forma, pues aunque los dos lanzadores involucrados no son iguales, sí tienen componentes comunes, lo que hace que la coincidencia sea preocupante.
“A bordo de la ISS hay provisiones suficientes para llegar hasta marzo“
Esta decisión hacía que también quedaran en suspenso los lanzamientos de cápsulas Soyuz, lo que a su vez podría suponer un problema para la rotación de los tripulantes de la Estación Espacial Internacional.
Las rotaciones de la tripulación
Tal y como estaban programadas estas rotaciones Andrey Borisenko, Alexander Samokutyaev y Ron Garan, miembros de la Expedición 28 a la ISS, iban a volver a Tierra el próximo 8 de septiembre para ser sustituidos por Anton Shkaplerov, Anatoly Ivanishin, y Dan Burbank, que iban a ser lanzados en la Soyuz TMA-22 el próximo 22 de septiembre.
Finalmente, la Agencia Espacial Rusa, Rosckosmos, ha anunciado que el viaje de regreso de estos tres astronautas se realizará el 16 de septiembre y aterrizarán en Kazajistán.
Por su parte, Mike Fossum, Sergey Volkov y Satoshi Furukawa, el resto de los miembros de la Expedición 28, tenían previsto a su vez volver a Tierra el 16 de noviembre, para ser sustituidos por Oleg Kononenko, Don Pettit, y Andre Kuipers, que iban a ser lanzados el 30 de noviembre a bordo de la Soyuz TMA-03M, completando de ese modo los seis tripulantes de la Expedición 29.
Pero claro, mientras no se lleven a cabo nuevos lanzamientos, resulta imposible sustituir a los tripulantes que van volviendo. Y aunque en la Estación haya suministros más que de sobra para los tripulantes que hay a bordo como ya hemos visto, no se puede prolongar la estadía a bordo de estos porque sus cápsulas Soyuz, que permanecen atracadas a la Estación mientras ellos están allí, no están certificadas para pasar más de 200 días en el espacio.
¿La ISS vacía?
Estas fechas de retorno vienen fijadas porque una de las normas en vigor establece que los aterrizajes tienen que ser de día, y debido a las características de la órbita de la ISS los días de regreso están limitados.
“Si no se renueva la tripulación, podría poner fin al periodo más largo de presencia continuada de seres humanos en órbita“
En el caso de Fossum, Volkov y Furukawa la fecha límite es el 16 de noviembre. Así que en el caso de que Roskosmos no consiguiera averiguar qué causó el fallo de sus dos últimos cohetes y tenerlo todo listo antes de mediados de noviembre para volver a lanzar una Soyuz tripulada, lo que pasaría por hacer antes al menos dos lanzamientos no tripulados de prueba, los responsables de la ISS podrían verse obligados a pasar a operarla en remoto.
Esto en si no es mayor problema, porque la Estación está diseñada para ello, pero pondría fin al periodo más largo de presencia continuada de seres humanos en órbita, pues la ISS lleva ocupada de forma continua desde el 2 de noviembre de 2000, además de malograr algunos de los experimentos que se están llevando a cabo en la actualidad en la ISS.
Descubiertas las causas del fallo
Pero por lo visto es posible que ya esté identificado el origen del fallo de los dos lanzamientos en cuestión y que de este modo la cosa no vaya a mayores, aunque todavía falta por confirmar que el fallo efectivamente está en el generador de gas del motor RD-0110, un componente encargado de mover las turbinas de este.
De todos modos, parece claro que es necesario, y con urgencia, encontrar alternativas a las cápsulas Soyuz.
Un firme candidato para esto es la cápsula Dragon de SpaceX, que ya ha volado como cápsula de carga, pero que está pensada para cumplir con los requisitos que se le exigen a una cápsula tripulada, aunque probablemente aún necesite otros cuatro o cinco años para que se puedan realizar las pruebas necesarias para ello.
Pruebas que se verían retrasadas si la Estación Espacial Internacional llega a quedar vacía, claro.