Un hijo de Gadafi plantea entregarse y otro llama a la resistencia en Sirte
- Saif al Islam advierte que hay 20.000 combatientes para resistir en Sirte
- Saadi se ha desmarcado y dice que no ha intervenido en toda la guerra
División entre los hijos de Gadafi. Saif al Islam ha llamado a resistir en Sirte con 20.000 combatientes y Saadi ha ofrecido entregarse si con ello se parara el baño de sangre.
Saif al Islam ha afirmado que la ciudad libia de Sirte, uno de los últimos bastiones del régimen gadafista, está preparada con 20.000 combatientes para combatir a las fuerzas rebeldes y sus aliados.
En declaraciones al canal internacional de televisión sirio Al Rai, Saif al Islam ha asegurado que están "vivos", lo que podría hacer alusión al estado de su padre, en paradero desconocido, y destacó que las tribus siguen apoyándolo.
"Queremos tranquilizar al pueblo libio y decirle que estamos vivos y que la resistencia continúa; la victoria está cerca", ha destacado el que es considerado hombre fuerte del régimen y al que hace unos días las fuerzas rebeldes dieron por detenido, aunque luego él mismo se encargó de aparecer en público para desmentirlo.
Por su parte, el vicepresidente del Consejo Nacional de Transición (CNT) ha respondido a estas declaraciones. "Los Gadafi acostumbran a anunciar que tienen decenas de millones de seguidores pero al final no son más que una decena entre todos" ha asegurado Abdel Hafiz Ghoga. "El fin del régimen está próximo y Gadafi y sus hijos pronto estarán presentes delante de la justicia" añade el vicepresidente del CNT.
No obstante, Saif al Islam dice que "combatirán hasta el ultimo minuto y responderán a los traidores y a las mafias", después de que ayer lunes los rebeldes dieran un ultimátum de tres días a Sirte, la ciudad natal de Gadafi, para que se rinda antes de asaltarla.
Durante su alocución, sostuvo que las fuerzas leales al régimen atacaron a una brigada militar al oeste de Trípoli y también causaron "muchas pérdidas" en el bando de los rebeldes durante los últimos enfrentamientos que se sucedieron en el palacio cuartel de Bab El Aziziya.
Asimismo, ha destacado que las tribus siguen apoyando al líder libio, algunas de las cuales -ha añadido- han recibido amenazas por parte de los "enemigos" pero han mostrado determinación para luchar contra ellos. "Los mercenarios nunca han ganado una guerra porque combaten por el dinero. Envío un mensaje a todos los hogares libios para que se muevan", insistió Saif al Islam en su mensaje televisado.
Entregarse
Por su parte, el hijo de Gadafi Saadi ha asegurado a la televisión emiratí Al Arabiya que se entregaría a los rebeldes si con esto lograra detener el baño de sangre.
"Si entregarme detuviera la sangre, me entregaría", ha dicho Saadi en declaraciones al canal emiratí, al que ha comentado que desde el comienzo de la guerra él no intervino.
Asimismo, el hijo de Gadafi ha declarado que "los revolucionarios son nuestros hermanos" y ha agregado que no tenían ningún problema en entregarles el poder.
Saadi ha pedido también a todas las partes que dejen las armas a un lado y ha insistido en que es necesario organizar una tregua para evitar que prosiguieran los enfrentamientos.
Por otra parte, ha desmentido que esté en contacto con los rebeldes para una rendición negociada, como aseguró al canal catarí Al Yazira el jefe del Consejo Militar rebelde de Trípoli, Abdelhakim Belhac. "Pidió unirse a la revolución y obtener garantías que le permitan volver con su pueblo y a la capital, Trípoli", dijo Belhach.
El líder militar rebelde, antiguo combatiente salafí, también comentó que continuaban en negociaciones con Saadi y que no tenían informaciones sobre la situación exacta del huido coronel Muamar el Gadafi, cuyo régimen se desmoronó hace una semana con la caída de Trípoli en manos insurgentes.