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Al menos 76 personas mueren calcinadas en Kenia al incendiarse un depósito de combustible

  • Las víctimas habían acudido para coger la gasolina que se filtraba
  • El fuego amenaza un barrio de chabolas de Nairobi

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Más de cien personas mueren abrasadas por la explosión de un oleoducto en Kenia

Al menos 76 personas han fallecido tras la explosión de un oleoducto que atravesaba la barriada chabolista de Sinai, en el sureste de Nairobi, según el responsable de comunicación de Cruz Roja Kenia sobre el terreno, Jarvis Sundays.

Sundays ha asegurado que, hasta ahora, se han recuperado 76 cadáveres calcinados, pero ha señalado que podrían encontrarse más en el río cercano al lugar del suceso, al que varios cuerpos pudieron caer tras la explosión, por lo que no ha descartado que la cifra pudiera aumentar.

"Estimamos que el número de muertos es más de cien", ha declarado el portavoz de la PolicíaThomas Atuti, citado por la agencia francesa AFP.

El siniestro ha ocurrido en el suburbio de Sinai, en la zona industrial de Lunga Lunga, cuando los vecinos acudían a abastecerse del combustible que se filtraba en la unión entre el depósito, perteneciente a la Kenya Pipeline Company, y una tubería. Los bomberos están intentando controlar las llamas que se han extendido al barrio de chabolas.

Recogida de combustible

No es la primera vez que ocurre una tragedia de estas características. A menudo los habitantes más pobres recogen el combustible que se filtra de las tuberías o incluso las perforan, y una chispa o un cigarrillo son suficientes para provocar un incendio.

Sundays ha indicado que la Policía de Kenia aún no ha dado una versión oficial de cómo entró en contacto el fuego con el combustible.

"El Gobierno no debería diseñar una tubería con combustible que atraviese un barrio pobre, porque la gente de aquí hará lo que sea por conseguirlo", ha explicado el parlamentario keniano, Johnson Muthama.

Según Muthama, la explosión ha sido "devastadora", ya que incluso "arrancó los árboles de la zona" y "la gente murió antes siquiera de llegar al río", situado a pocos metros de lugar de la explosión, para apagarse las llamas que envolvían sus cuerpos.

La zona de la explosión estaba calcinada por completo y, entre los cuerpos, se podían distinguir cerdos y perros también carbonizados. Las viviendas cercanas al sitio del siniestro quedaron arrasadas, y sobre ellas se agolpaban centenares de residentes curiosos que seguían las labores de rescate.

Explosión devastadora

Fuentes del Hospital Kenyatta de Nairobi han dicho que, por el momento, habían ingresado 82 heridos en ese centro, todos ellos con quemaduras de diversa consideración, y que "tardarán en recuperarse entre una semana y un mes". La prensa local ha informado de que varias decenas más habían sido trasladados a distintos hospitales de la ciudad.

"He perdido a mis dos hijos en el accidente", lamenta George, uno de los residentes de Sinai, que se dirigió al lugar de la fuga a intentar recoger combustible. George es uno de los afectados trasladados al Hospital Kenyatta de Nairobi, y a quien la explosión le ha provocado quemaduras en ambos brazos.

Daniel, marido de una de las víctimas, todavía no había podido ver a su mujer, ingresada y que "estaba en casa preparándose para ir a trabajar" cuando ocurrió el suceso. Su única hija no resultó afectada, ya que, en el momento de la explosión -alrededor de las 09.00 hora local-, se encontraba en la escuela.

El presidente de Kenia, Mwai Kibaki, y el primer ministro, Raila Odinga, han visitado a las víctimas ingresadas en el Hospital Kenyatta, mientras que el vicepresidente, Kalonzo Musyoka, se ha desplazado, rodeado de fuertes medidas de seguridad, al lugar de la tragedia.

El oleoducto accidentado transportaba combustible desde la ciudad portuaria keniana de Mombasa hasta Eldoret, localidad del centro-oeste, pasando por la capital, Nairobi.