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El rompecabezas educativo de la España plurilingüe

  • La Generalitat de Cataluña aprobó en 1983 la inmersion lingüística
  • En el País Vasco los padres pueden escoger entre 3 modelos diferentes
  • Galicia camina hacia un sistema plurilingüe: castellano, gallego, inglés

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En España existen tantos modelos lingüísticos en la educación como comunidades autónomas con lenguas cooficiales.
Existen tantos modelos lingüísticos educativos como comunidades con lenguas cooficiales.

En España existen tantos modelos lingüísticos en la educación como comunidades autónomas con lenguas cooficiales. En Galicia apuestan por la enseñanza bilingüe castellano-gallego, el País Vasco presenta un sistema con tres opciones, y en Cataluña la inmersión lingüística en catalán está vigente desde hace casi 30 años.

Las políticas lingüísticas componen un complejo y cambiante rompecabezas, a menudo objeto de polémica. La última: el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, siguiendo una sentencia del Tribunal Supremo, ha marcado un plazo de dos meses al Gobierno de Cataluña para que equipare en las aulas castellano y catalán.

La reacción del ‘govern’ ha sido inmediata: el presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha asegurado que “tocar” la lengua supone “traspasar líneas rojas”. Ha añadido que la inmersión lingüística en catalán se mantendrá “pase lo que pase” en los tribunales.

Cataluña, la inmersión lingüística

La política de inmersión lingüística en Cataluña fue aprobada por la Generalitat en 1983. El sistema fija el catalán como única lengua vehicular en la escuela. A efectos prácticos, esto significa que todas las asignaturas se imparten en catalán, excepto lengua y literatura castellanas (3 horas por semana) y las clases de idioma extranjero.

Desde la Federación Catalana de Asociaciones de Padres de Alumnos de Secundaria (FAPAES) defienden un modelo “avalado por un amplio consenso político y social, que garantiza el aprendizaje de ambos idiomas”.

“El sistema funciona con solvencia. De hecho, hay países que intentan copiarlo”, explica a RTVE.es, el presidente de FAPAES, Pere Farriol, que analiza los resultados de los alumnos en la prueba de acceso a la universidad (PAU): “Su nivel de castellano es incluso superior al de otras comunidades autónomas”, afirma.

Sobre las denuncias para que castellano y catalán sean iguales en el colegio, Farriol afirma que “son sólo una minoría. Si separásemos a los escolares por idioma, nos encontraríamos con dos comunidades ideológicas y no queremos marginar a nadie”.

La inmersión lingüística posee un amplio respaldo social

La perspectiva sobre el tema cambia completamente para la plataforma Convivencia Cívica Catalana (CCC), que aglutina a algunas de las familias que han impulsado el proceso judicial para que el castellano se convierta en lengua docente en Cataluña.

“Con solo un par de horas de castellano a la semana es imposible llegar a un nivel culto del idioma y eso solo se aprende en la escuela”, defiende su portavoz, Francisco Caja,  que explica como la inmersión lingüística “fomenta la desigualdades” porque un niño inmigrante en Cataluña “tiene el doble de posibilidades de fracaso escolar”. CCC reivindica el derecho de los padres a “poder escoger” y confían en que la justicia se incline a su favor.

País Vasco, la triple vía

En el País Vasco funciona la política lingüística de la “triple vía”. El modelo A, en el que las clases se imparten en castellano y el euskera y el idioma extranjero son asignaturas.

El modelo B, el más cercano al bilingüismo, en el que “entre el 80% y el 50%” de las materias se imparten en euskera y el resto en castellano. El modelo D, de inmersión lingüística, con el euskera como lengua principal y el castellano como asignatura.

“Hemos observado como a través del tiempo el modelo A ha ido cayendo cada vez más. En la actualidad, el modelo D (inmersión lingüística en euskera) engloba al 70% de los alumnos”, explica María Luisa García Gurruchaga, presidenta del Consejo Escolar de Euskadi, que describe como “paradójica” la situación del sistema donde predomina el castellano.

El modelo D engloba al 70% de los alumnos

“En el modelo A tenemos, sobre todo, alumnos de colegios de élite y también muchísimos inmigrantes”, añade esta especialista en idiomas que puntualiza que “las lenguas siempre suman y no restan. Eso es algo que no debemos olvidar”.

A la hora de escoger entre las tres opciones, las familias no lo tienen tan fácil. María Ángeles es de Madrid, vive en Bilbao y no habla vasco; a la hora de escolarizar a su hijo Miguel optó por un colegio bilingüe euskera- castellano, “pero no pudo ser porque la opción que había estaba muy lejos de mi zona y te tienes que aguantar con lo que te den”, explica.

“Yo quiero que hable bien castellano por si de mayor escoge una profesión en la que deba manejarse bien con el lenguaje. Además, el idioma vasco no está unificado y es minoritario” opina esta madrileña, que ahora se plantea aprender euskera “para ayudar a mi hijo con los deberes”.

Galicia, hacia el plurilingüismo

En Galicia, el modelo establece un equilibrio del 50% de las asignaturas entre gallego y castellano, con un “conocimiento equitativo” de ambas lenguas. Excepto en el tramo de educación infantil, donde se imparten las clases en la lengua predominante entre el alumnado, a través de una consulta realizada entre los padres.

“Se usa la lengua de la mayoría, pero a los alumnos que no la hablan se les hace un seguimiento especial para que no pierdan el contacto”, aclaran fuentes de la Consellería de Educación de Galicia. El sistema camina hacia el plurilingüismo. En un decreto de 2010 ha introducido el inglés como tercer idioma en las aulas, en un porcentaje del 30% de las materias.

Un balance entre lenguas que para la plataforma Queremos Galego, defensora de la igualdad de derechos para el idioma gallego, está descompensado.

“La situación del gallego es precaria. Solo ha estado presente en el 20% de las aulas. Muchos niños no son capaces de manejarse correctamente. Aquí las mayorías deciden sobre las minorías”, cuenta en entrevista telefónica, Carlos Callón, portavoz de la entidad.

Vivimos una situación de bilingüismo descafeinado

Para Gloria Lago, presidenta de la asociación Galicia Bilingüe, “vivimos una situación de bilingüismo descafeinado”- asegura esta profesora- que defiende el modelo europeo “donde cada uno elige en que lengua quiere estudiar”.

“En Galicia, la mayor parte de las asignaturas textuales, como historia, son en gallego, implican el uso de la memoria y el lenguaje; esas capacidades las pierden en castellano”, reflexiona. “Además hay más de 4.000 profesores que se han negado a dar clases en español. El decreto del 50% no se cumple. Hay muchos intereses políticos detrás”, concluye Lago sobre el rompecabezas idiomático.