Secuestrado un barco con varios tripulantes españoles en aguas de Togo
- El petrolero es de pabellón chipriota y fue atacado cerca de Cotonú
- Exteriores está pendiente del buque, que no llevaba seguridad a bordo
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Un barco petrolero con 23 tripulantes a bordo, cinco de ellos españoles, ha sido secuestrado por piratas a 60 millas de las costas de Togo, en el golfo de Guinea, han informado a Efe fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores y de la Marina de Benin.
El petrolero es de bandera chipriota y navegaba entre Benin y Togo cuando ha sido asaltado por un grupo de hombres armados, según ha matizado el jefe del Estado Mayor de la Marina de Benin, Maxime Ahoy.
"Estamos seguros de que el ataque se produjo a 120 kilómetros al oeste de Cotonú", ha indicado Ahoyo, quien ha añadido que sin embargo la Armada beninesa no fue capaz de intervenir para evitar el abordaje.
La empresa propietaria del buque, Consultores de Navegación, ha confirmado que no tenía seguridad privada a bordo porque la zona donde se ha producido el secuestro, el Golfo de Guinea, es "menos conflictiva" que Somalia. No obstante, cree que todos los tripulantes se encuentran bien.
La madre de uno de los marineros, Carmen Baudot, ha dicho a RNE que el ataque se produjo en el momento en el que desde este barco se estaba traspasando gasolina a otro de bandera noruega. También ha dicho que los marineros son gallegos.
Sin contacto con el barco
La portavoz de la naviera, Sheena Campbell, ha explicado a Efe que no tiene ningún dato concreto porque no están en contacto con el barco, "como es típico en esta situación", aunque ha asegurado que la compañía cree que toda la tripulación está bien "por las circunstancias del secuestro".
Campbell ha argumentado que en esta zona de África hace tan solo dos semanas se produjo un secuestro similar y que fue más un robo porque lo que "normalmente quieren los piratas es la carga".
“De este caso no sabemos nada y esperemos que acabe bien“
"De este caso no sabemos nada y esperemos que acabe bien", ha añadido Campbell, quien ha hecho hincapié en que en este tipo de situaciones los piratas "tardan dos o tres días en descargar la carga, roban lo que pueden y dejan ir a la tripulación y al buque".
La portavoz ha señalado que "no hay garantías de que esto es lo que pasará esta vez, pero tenemos esperanza" a la vista de los ejemplos precedentes.
Campbell ha indicado que ahora hay que esperar y hablar lentamente con los interesados, todos los implicados en este caso, "con extrema confidencialidad para no poner en peligro la seguridad de la tripulación y del barco".
El petrolero se llama Matheos I, tiene 183 metros de eslora y fue construido en 2004.
España, pendiente de la situación
La embajada de España en la República de Ghana está al frente de todas las acciones sobre este secuestro, según el Ministerio de Exteriores.
Fuentes diplomáticas españolas en Madrid han señalado que la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, está pendiente del secuestro, que conoció después de haber comparecido en el Congreso parar informar de las últimas actuaciones del Ejecutivo en relación con la crisis en Libia.
Los piratas atacaron también un buque de bandera noruega en esas aguas mientras hacía una transferencia de carga, si bien los tripulantes se encerraron en la sala de máquinas y los intrusos acabaron por abandonar la embarcación.
Aumento de la piratería
El secuestro por piratas de este petrolero es el cuarto que sufren marineros españoles en los últimos años. Dos de estos secuestros afectaron a atuneros vascos y el tercero a un barco de bandera mozambiqueña, a bordo del cual viajaban dos tripulantes españoles.
Los actos de piratería han experimentado un notable aumento en los últimos meses en el Golfo de Guinea, de ahí que países como Estados Unidos y Francia desplegaran el pasado agosto barcos de guerra para ayudar a los países de las inmediaciones frente a esa amenaza.
Esta zona se ha convertido en un nuevo foco de preocupación de las autoridades españolas. En el Plan de la Diplomacia del ministerio de Defensa, presentado en julio, se destaca la necesidad de prestar una "atención preferente" a los actos de piratería y bandidaje que experimentan un fuerte auge en la región del Golfo de Guinea y del Sahel (la franja que va desde el África Occidental hasta Somalia).
El Golfo de Guinea es una zona clave para el suministro energético de España por las importaciones de crudo de países como Nigeria, según el mismo documento.